El tráfico portuario es uno de los mejores termómetros para tomar el pulso a la economía. Para un país como España, en el que aproximadamente el 75% de las mercancías que se importan y el 57% de las que se exportan lo hacen por vía marítima, la salud de los principales puertos es un claro indicador de la coyuntura económica y de cómo puede evolucionar en el futuro. Y de momento la foto de 2023 sale, como mínimo, borrosa.

Los datos de tráfico de los principales puertos del país en lo que va de año no invitan al optimismo. Los puertos de València, Bahía de Algeciras y Barcelona sufren notables caídas en el tráfico de contenedores TEU en lo que va de año y arrastran al conjunto del sistema portuario español a registrar un retroceso del 8,3% en el tráfico total de contenedores hasta mayo. En términos absolutos, eso se traduce en una pérdida de más de 600.000 contenedores sobre los 7,29 millones que se movilizaron en el mismo periodo de 2022.

En el caso del Puerto de Valencia, el único que ya ha ofrecido los datos actualizados del primer semestre al completo, el descenso en TEU se acelera desde el 10,6% de descenso acumulado hasta mayo hasta un 11,2% de enero a junio. El recinto valenciano es el puerto líder en movimiento de contenedores, al representar prácticamente un tercio del tráfico total del sistema portuario español, pero cerca de la mitad del tráfico específico de exportación e importación, por lo que la evolución de este último es un fiel reflejo de la pujanza empresarial.

Tras el de València, el principal puerto de entrada y salida de contenedores es Barcelona, que este miércoles hará balance de su actividad en el primer semestre. Con los datos actualizados a mayo, el recinto catalán había movilizado 707.299 contenedores TEU de import-export, lo que representa un retroceso del 5% respecto al mismo periodo de 2022. Si a los de import-export se suma la bajada del 24,1% de los contenedores registrados en tránsito –más sensible a la actividad económica mundial al ser mercancías en escala hacia otros puertos y no de importación o exportación–, el Puerto de Barcelona registra un descenso del 12,6% hasta 1,32 millones de TEU entre enero y mayo.

El Puerto de la Bahía de Algeciras es el segundo por número de contenedores totales movilizados, si bien en este caso la actividad es mayoritariamente de contendores en tránsito hacia otros puertos y en menor medida de import-export. De los 1,93 millones de TEU registrados hasta mayo, 1,61 millones eran de tránsito y 0,32 millones eran de import-export. El recinto andaluz retrocede un 1,1% en tráfico total de contendores, arrastrado por la caída del 2% en los de tránsito.

Dudas para el segundo semestre

Según destaca la Autoridad Portuaria de Valencia, sus estadísticas están en consonancia con las que se registran en otros grandes puertos europeos, "todos ellos convertidos en pulsómetros y termómetros del nivel de fortalezas y de debilidades de un momento económico afectado por factores geopolíticos externos a la actividad portuaria".

Este patrón de la actividad portuaria muestra una tendencia que también destacan instituciones como la Cámara de Comercio de València, que recientemente ha llamado la atención sobre el descenso del 24,6% en la emisión de certificados de origen para las exportaciones en el primer semestre de este año. Esta caída refleja un descenso de la actividad de las empresas valencianas en terceros países, un comportamiento que se repite en el resto de los países europeos, con descensos registrados de hasta un 40%.

El último informe mensual del ICEX ya refleja un notable descenso del comercio exterior de bienes en abril, lo que genera dudas sobre la capacidad de este componente para seguir sosteniendo el crecimiento económico en los próximos meses. Diversos organismos que recientemente han revisado al alza el crecimiento de la economía española este año, como la AIReF o BBVA Research, coinciden en destacar un crecimiento en el segundo trimestre por encima de lo previsto, pero una posible ralentización del crecimiento en lo que queda de año y en 2024 por el impacto en el consumo privado y la inversión empresarial de las continuas subidas en los tipos de interés de los últimos doce meses.

En concreto, según el ICEX, las exportaciones españolas de bienes cayeron ya en abril un 6,3% en tasa interanual hasta los 29.342,4 millones, mientras que las importaciones se redujeron un 10,6% interanual hasta los 33.717,8 millones de euros. En volumen, las exportaciones se redujeron un 10,6% interanual, debido a que los precios aproximados por los índices de valor unitario crecieron un 4,8%, y las importaciones cayeron un 7,9% interanual, debido a que sus precios se aminoraron un 2,9%.

Por otra parte, los economistas de BBVA Research Giancarlo Carta y Pep Ruiz analizan la pujanza de las exportaciones para continuar siendo el motor del crecimiento regional. Los expertos recuerdan que ha sido precisamente el crecimiento de las exportaciones, sobre todo de servicios, el que ha motivado el aumento de la previsión de crecimiento del PIB este año hasta el 2,4% frente a una demanda interna debilitada por los efectos de la inflación y del aumento de los tipos de interés.

Para el año próximo, la última previsión de crecimiento de BBVA Research ha sido revisada a la baja hasta el 2,1% –cinco décimas menos que la anterior– precisamente por las mayores incertidumbres en la economía mundial y su impacto sobre la creación del empleo. A ello se suma el mantenimiento de las presiones inflacionistas, por lo que los tipos de interés podrían mantenerse altos durante más tiempo.