La Comisión Europea ha dado un toque de atención a España y otros cuatro estados miembros sobre la evolución de su deuda pública, por considerar que puede complicar las finanzas a partir de 2025 y durante una década. En el caso de España, Bruselas le atribuye un riesgo "medio" en el largo plazo, y un riesgo "bajo", en el corto, principalmente por los costes de la financiación y los derivados del envejecimiento de la población. Los servicios económicos europeos creen que la deuda pública española bajará al 106,5% del PIB al cierre de este año y que seguirá en ese nivel dos años después, para después registrar aumentos constantes durante la década siguiente hasta alcanzar una ratio del 118,4% en 2034, seis puntos más que lo que calculaba Bruselas el año pasado.

El informe sitúa a España entre los nueve países del club con un riesgo "alto" de sostenibilidad fiscal en el medio plazo (Bélgica, Grecia, España, Francia, Italia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y Finlandia) y explica esta clasificación por las condiciones de financiación menos favorables y los mayores costes asociados al envejecimiento de la población. De hecho, el estudio incluye las proyecciones sobre gasto en pensiones, sanidad o cuidados que Bruselas publicará dentro de su Informe de Envejecimiento a lo largo de este año y avanza que recogerá "importantes revisiones al alza" para España, Rumanía y Dinamarca en este ámbito, según informa Efe. En concreto, Bruselas calcula que el gasto por envejecimiento de la población subirá 1,2 puntos del PIB de media hasta 2070 en toda la UE y aumentará "al menos" cinco puntos en Luxemburgo, Malta, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Bélgica y España.

El informe precisa que el gasto concreto en pensiones aumentará "considerablemente" en muchos Estados miembros durante las próximas décadas y nombre específicamente a Luxemburgo, Malta, Hungría, Eslovenia, España, Chipre, Bélgica y Lituania, en los que el aumento en este ámbito superará los 3 puntos del PIB.

Por último, Bruselas incluye a España entre la lista de catorce socios con un riesgo "medio" de sostenibilidad fiscal en el largo plazo, que explica de nuevo por el aumento de los costes proyectado por el envejecimiento de la población.