El Banco Central Europeo ha confirmado lo que se esperaba y ha anunciado que mantendrá los tipos de interés al 2%, en el primer freno después de 7 bajadas consecutivas que empezaron ahora justo hace un año, en julio del año pasado, al pasar de los 3,75 puntos a los 3,25. De 0,25 en 0,25, la entidad presidida por Christine Lagarde ha ido rebajando el precio del dinero hasta llegar al 2% a la última reunión del pasado mes de abril, que esta vez no se ha movido ni un centímetro. Con los precios controlados, el regulador prefiere no tocar la política monetaria y, en función de cómo avance la economía en los próximos meses, los tipos cogerán un rumbo u otro y los inversores estarán muy atentos para ver si es preferible aumentar el consumo o el ahorro.

Después de que la invasión de Putin en Ucrania desatara una inflación del 7,4% en Europa en marzo de 2022 y de hasta el 10,6% en octubre, el BCE inició una política restrictiva después de mantener los tipos por debajo del 3% desde el año 2008. Con el fin de contener la espiral inflacionaria, en septiembre de 2022 los tipos pasaron del 0 al 0,75% y desde entonces fueron subiendo hasta un máximo del 4% en septiembre de 2023. Así se mantuvo en las siguientes 6 reuniones, hasta que la contención de los precios permitió comenzar una bajada que este jueves se se ha tomado una pausa.

Con la inflación estabilizada al 2% a pesar de las turbulencias mundiales por la guerra arancelaria puesta en marcha por Trump, el regulador europeo se da por satisfecho y prefiere mantener la política monetaria inmóvil que volver a intervenir. Ahora bien, no descarta futuras bajadas en caso de que los precios se moderen todavía más. Justamente, si la política arancelaria afecta a los precios, ahora que Europa está cerca de cerrar un acuerdo con Trump con aranceles del 15% a las importaciones tanto de un lugar como del otro, es posible que se viva incluso una nueva subida. Si eso no pasa, los analistas esperan que el BCE vuelva al camino de los recortes de tipo a finales de año.

La reciente revalorización del euro y el repunte de los precios mundiales del petróleo podrían aumentar la presión en el Consejo de Gobierno del BCE para que vuelva a bajar los tipos. 

La política monetaria europea, a pesar del freno, contrasta con una mayor prudencia de los Estados Unidos, que ha costado al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, las críticas e incluso amenazas de despido por parte del presidente Donald Trump, que sigue presionando desde el despacho, oval para que baje los tipos de interés.

La Fed solo ha bajado los tipos de los 5,5 puntos de julio del año pasado en los 4,5 actuales, cifra que se mantiene inamovible desde finales del año pasado. La inflación, que llegó a su mínimo desde 2021 el pasado mes de abril con un 2,3%, ha vuelto a subir hasta el 2,7% en junio, hecho que todavía dificulta más una bajada de tipo.