La política de aranceles de Estados Unidos impedirá la creación de 7 millones de empleos en el mundo en 2025 año, según las estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el organismo de la ONU responsable en materia laboral. Este miércoles, la OIT -con sede en Ginebra- ha hecho pública su previsión de empleo mundial para 2025, en la que ha reducido su anterior estimación, de 60 a 53 millones de puestos de trabajo. Esto se traduce en una reducción del crecimiento del empleo mundial del 1,7% al 1,5% en el presente año. Estos 7 millones de empleos menos es producto de una revisión a la baja de las perspectivas económicas mundiales, ya que se prevé un crecimiento del PIB del 2,8%, por debajo de la proyección anterior del 3,2%.
La OIT culpa en parte a las políticas arancelarias de esta merma en la creación de empleo. Así, en una nota dada a conocer por la Organización de la ONU, cerca de 84 millones de empleos en 71 países están directa o indirectamente vinculados a la demanda de consumo de Estados Unidos. Estos puestos de trabajo, y los ingresos que generan, están cada vez más amenazados por el aumento de las tensiones comerciales. La región Asia-Pacífico es donde se concentra la mayor parte de estos empleos, 56 millones. Sin embargo, Canadá y México tienen la mayor proporción de puestos de trabajo expuestos (17,1%).
«Sabemos que la economía mundial está creciendo a un ritmo más lento de lo que habíamos previsto. Nuestro informe nos dice ahora que si continúan las tensiones geopolíticas y las perturbaciones del comercio, y si no abordamos cuestiones fundamentales que están reconfigurando el mundo del trabajo, lo más seguro es que tengan repercusiones negativas en los mercados de trabajo de todo el mundo», ha declarado el director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo.
Aumento de la desigualdad
Pero la reducción en la creación de empleo no es el único efecto de la caída del PIB mundial derivada de las políticas de Trump. El informe anual sobre el empleo pone de relieve “tendencias preocupantes en la distribución de los ingresos”. Así, los trabajadores cada vez tienen menos acceso a la riqueza creada cada año. El comunicado de la OIT señala que “la participación de los ingresos del trabajo –que es la proporción del PIB que se queda en las manos de los trabajadores– cayó a nivel mundial del 53% en 2014 al 52,4% en 2024” y apunta a África y América como las regiones con los mayores descensos.
Si en 2024 los trabajadores hubiesen accedido al 53% del PIB mundial como en 2014 -en vez de al 52,4%-, “los ingresos laborales a nivel mundial habrían sido 1 billón de dólares más altos en 2024, o 290 dólares más por trabajador en términos de poder adquisitivo constante. Y como consecuencia a esta pérdida de ingresos de los trabajadores, aumenta la desigualdad y pone de “manifiesto una desconexión entre el crecimiento económico y la remuneración de los trabajadores”.
El análisis de la OIT señala un desplazamiento del empleo hacia trabajos de alta cualificación. Las mujeres lideran esta tendencia. Entre 2013 y 2023, la proporción de mujeres empleadas en ocupaciones de alta cualificación aumentó del 21,2% al 23,2%, mientras que la proporción de hombres en ocupaciones de alta cualificación se situaba en torno al 18% en 2023. Sin embargo, persiste la segregación ocupacional, ya que las mujeres están infrarrepresentadas en sectores como la construcción y sobrerrepresentadas en funciones administrativas y asistenciales.
Educación
La OIT advierte de que aunque el nivel educativo sigue aumentando a nivel global, “el mercado laboral sigue caracterizándose por importantes desajustes educativos”. Así, en 2022, solo el 47,7% de los trabajadores tenían cualificaciones que se ajustaban adecuadamente a los requisitos de su puesto de trabajo. La proporción de trabajadores con un nivel educativo insuficiente se redujo del 37,9% al 33,4% en la última década, pero la proporción de trabajadores con un nivel educativo excesivo aumentó del 15,5% al 18,9%.
Sobre el efecto de las nuevas tecnologías -Inteligencia Artificial, entre otras- en el mercado laboral, el informe constata que casi uno de cada cuatro trabajadores puede ver transformado su puesto de trabajo por la IA generativa. Una mayor proporción de puestos de trabajo en ocupaciones de cualificación media tienen algún grado de exposición, pero un mayor porcentaje de puestos de trabajo en ocupaciones de alta cualificación tienen una alta exposición, por lo que las tareas existentes podrían ser potencialmente automatizadas por la IA.
“Las conclusiones de este informe sobre el panorama del empleo son aleccionadoras, pero también pueden servir de hoja de ruta para la creación de empleos decentes. Podemos marcar la diferencia, y podemos hacerlo reforzando la protección social, invirtiendo en el desarrollo de competencias, promoviendo el diálogo social y construyendo mercados laborales inclusivos para garantizar que el cambio tecnológico beneficie a todos. Y debemos hacerlo con urgencia, ambición y solidaridad”, explicó el director general.