Un 72,9% de las empresas catalanas que exportan parte de sus bienes apostarían para repercutir en los precios de los productos las subidas de aranceles de los Estados Unidos o de otros países que les apliquen, estrategia que ya aplican empresas como Fluidra, Mango o Puig. Así lo muestra la Encuesta de Clima Empresarial de Catalunya, elaborado por Idescat y la Cambra de Comerç de Barcelona, que refleja también una importante preocupación de las compañías por las subidas arancelarias. Concretamente, un 55,2% de las empresas que tienen relaciones con países de fuera de la Unión Europea muestran mucha (12%) o bastante (43,2%) preocupación por las subidas de los aranceles.
Un 27% de las empresas catalanas tienen relaciones con países de fuera de la Unión Europea, mientras que un 15% tienen relaciones directas o indirectas con los Estados Unidos. Ahora mismo, la potencia presidida por Donald Trump aplica unos aranceles del 25% al acero y aluminio europeos y de un 10% en el resto de productos, por debajo de lo que anunció inicialmente gracias a la voluntad negociadora de las partes.

La repercusión sobre los precios no es la única estrategia que las empresas catalanas aplicarían a subidas de aranceles. Un 54,2% de las empresas reduciría los márgenes de beneficios, mientras que el 54,1% intensificaría inversiones y ventas en el mercado europeo. Un 53,6% lo que haría es modificar la cadena de suministro con el fin de diversificar los proveedores y, finalmente, un 12,3% se muestra favorable a trasladar la producción al país que aumente los aranceles con el fin de esquivarlos, estrategia al alcance solo de empresas con músculo financiero.
De hecho, esta opción sería una de las escogidas por|para el 17% de las empresas de más de 50 ocupados y solo por|para un 4% de las de menos de 10 ocupados, que la mayor parte de las veces no pueden afrontar el coste de abrir una filial. Todas las estrategias mencionadas tienen más seguimiento entre las empresas de más de 50 ocupados que en las de menos de 10.

La preocupación por los aranceles entre las empresas que tienen relaciones con Estados Unidos es más elevada (un 59%) que entre las que no tienen, con un 50,6% que se muestran preocupadas. La diferencia más pronunciada está entre las que se declaran muy preocupadas: un 16,7% de las que tienen relaciones con los Estados Unidos y solo un 6,2% de las que no tienen.
Por sectores, el comercio es el que está más preocupado, con un 66,2% de empresas que lo están, seguido de la industria con un 62,6% de compañías preocupadas por esta situación y mayor predominio de las que lo están mucho: un 18,8%. Menos preocupación muestran las empresas de hostelería y resto de servicios: solo un 39,6% lo están.
Por tamaños, las empresas de 50 o más trabajadores son las más preocupadas con un 59% de ellas, por un 50,7% de las de menos de 10 empleados y un 49,1% entre las que tienen de 10 a 49 trabajadores. En cambio, hay más cantidad de empresas pequeñas de menos de 10 trabajadores con mucha preocupación, un 15%, que entre 10 y 49 (un 8,8%) o de más de 50, con un 12,6% de compañías que expresan este nivel.