Ya hemos explicado en vídeos anteriores las propuestas del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para reformar las cuotas de los trabajadores autónomos. Después de varios intentos fallidos, finalmente el Gobierno y las principales asociaciones de trabajadores autónomos ATA, UPTA y UATAE, han llegado a un acuerdo y la propuesta se ha aprobado mediante Decreto-Ley en el Consejo de Ministros del pasado 26 de julio.

Como comentamos, los autónomos han pasado de poder escoger libremente su base de cotización a tener que cotizar por ingresos reales. La nueva tabla de cotizaciones tiene poco que ver con la idea inicial del ministro. Esta consta de 15 tramos de cotización según los rendimientos netos previstos por los trabajadores, que van desde los iguales o inferiores a 670 euros hasta los superiores a 6.000 euros. Actualmente, la cuota mínima para los autónomos, la que pagan más del 80% de los mismos, es aproximadamente de 294 euros. Pues bien, a partir del próximo año 2023, esta oscilará entre una mínima de 230 euros hasta una máxima de 500 euros que irá variando hasta el año 2025 en la cual la cuota mínima será de 200 euros y la máxima, de 590 euros.

Estas cuotas corresponderán a una cotización de 718,95 euros y a 1.928,10 euros, respectivamente. En definitiva, los trabajadores autónomos con ingresos más bajos ahorrarán unos 94 euros al mes, unos 1.128 euros al año, mientras que los autónomos con ingresos más elevados, pagarán 296 euros más al mes, que se traducirá en un incremento de más de 3.500 euros al año. Veremos si esta reforma consigue su objetivo, que no es ningún otro que equiparar las prestaciones que reciben los trabajadores del régimen general con las que reciban en el futuro los del Régimen Especial de los Trabajadores Autónomos, que habitualmente son más bajas.