La creación de las normas por parte de los legisladores en un sistema democrático necesita no tener prisa, pensar en el beneficio del colectivo de toda la sociedad y sobre todo, no caer en eslóganes o intereses partidistas. Lo sucedido estos días con la conocida ley del "sí es sí" es una muestra evidente de la falta de cuidado a la hora de escuchar las advertencias realizadas desde distintos ámbitos, tanto de los jueces como de los partidos políticos del arco parlamentario. 

Señalar a quien ahora critica lo sucedido como "facha, machista, o indocumentado" no soluciona nada, pues la evidencia es que hay una norma que puede ser aplicada de la manera en que se está aplicando. Y esto se tenía que haber evitado. Caer en la crítica, en el insulto y en la falta de diálogo como se lleva tiempo cayendo, va en detrimento de los intereses de la sociedad, que en definitiva es sobre quien recae la aplicación de estas normas.