Albano Dante Fachin (Bahía Blanca, 1976) fue el número cinco por Barcelona de la candidatura Catalunya Sí que es Pot. Conocido activista contra la corrupción sanitaria, con su pareja, Marta Sibina, creó la publicación Cafè amb Llet. Diputado en el Parlament desde hace sólo 6 meses reconoce que todavía está estudiando cómo funciona. Es un enamorado de la música. Le gusta la fusión del jazz y el tango. Su serie favorita, Treme, del creador de The Wire, narra la reconstrucción de Nueva Orleans después de las inundaciones, a través de la música.

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¿Cómo has vivido el cambio de luchar en la calle como activista a hacerlo en las instituciones? Con perplejidad. Desde fuera se intuye, pero desde dentro... Es una lucha muy diferente. Lo que le toca hacer a la calle es señalar los problemas, y desde aquí ver cómo hacerlo para que no existan. A pesar de estar hablando desde la oposición, cada uno tiene su trabajo.

¿Te has encontrado alguna barrera? La barrera quizás es propia, porque tienes que aprender, adquirir otro conocimiento o rediseñar la estrategia.

¿Te esperabas este inicio de legislatura? No. Supongo que no se lo esperaba nadie. En el Parlament todo el mundo me dice "qué extraño, qué histórico lo que está pasando", pero como yo no he estado antes, pues para mí es la normalidad. A veces estoy en las juntas de portavoces y pregunto: ¿esto siempre es así? Y me dicen que no, aunque alguien también me dijo que durante la etapa del Estatut "tela también".

Muchos días históricos, pero también histéricos... Sí, sí, histéricos, pero creo que el hecho de ser nuevo ha sido una ventaja. ¿Esto es lo que hay? Pues adelante.

A petición vuestra la comisión del Proceso Constituyente ha acabado siendo de estudio en vez de legislativa. ¿La intención es sólo evitar un veto del Estado o también la de evitar que salgan leyes? El hecho de que sea de estudio y no legislativa, aparte de la cuestión técnica, para mí, nos da la pauta de cómo se debería trabajar este tema. Porque si se planteaba como legislativa sí tenía un punto como de ruptura porque esto automáticamente desataba la ira del Constitucional. En cambio, con nuestra apuesta lo tendrán más difícil y, además, podremos participar.

¿Quién ha ganado? La jugada ha salido perfecta para todos. La ira la ha provocado igual y, por tanto, el factor de ruptura que algunos buscaban ha existido. Por otra parte, haciéndola de estudio podemos participar de una manera más cómoda, pudiéndola defender aquí y en Madrid, porque no podemos estar sin hacer un debate de este tema. Hemos salido ganando todos, los que querían hacer de esta comisión un instrumento para demostrar el muro de allí, y nosotros para demostrar nuestra capacidad de diálogo. Que nos hayamos puesto de acuerdo en la comisión, de entendernos desde la diferencia, es lo que puede hacer que podamos sentarnos a hablar en el proceso, si se busca el diálogo sin el tira y afloja y las teatralizaciones constantes de un lado y del otro. Pero si la intención es seguir demostrando y buscando el choque de trenes, este no es nuestro juego.

Siendo de estudio, esta comisión la podemos defender tanto aquí como en Madrid

Como secretario de la comisión, ¿cuál será el papel que jugará CSQP? La intención es hacer entender que hay que hablar, de entender que hemos venido aquí a solucionar los problemas. Bueno, no los problemas, sino los retos. Ponerlo como un problema ya sería un error. Si hemos venido aquí tenemos la obligación de dar una salida. Lo que no puede ser es que en la calle haya un debate como el que hay, y que aquí no se pueda hablar de ello. Por este motivo, nosotros iremos a ver cuáles son estos espacios de diálogo y de encuentro. El extremo contrario de lo que irá a hacer el PP, que vendrán, casi, a reventar.

El PP ya dejó claro que iría a plantar cara, Ciudadanos estará "vigilante" y PSC no irá... Precisamente lo que más me extraña es que no vaya el PSC. En un principio estuvo muy abierto a ir, pero después... Ellos tendrán su estrategia, pero creo que estaría muy bien que fueran para dar respuesta a los retos.

¿Hay algún punto concreto sobre la mesa de la comisión? Tendremos que sentarnos a hacer un plan de trabajo consensuado. No creo que sea muy difícil. Quizás lo primero que deberíamos hacer, el punto de partida, sería recoger las conclusiones o los trabajos de la comisión por el derecho a decidir, para no volver a repetir trabajo y aprovecharlo.

¿Y si queda suspendida por el Constitucional? Creo que no se llegará a este punto. Esto es una comisión del Parlament de Catalunya, y el Gobierno puede opinar lo que sea y el tribunal hará lo que crea, obviamente. Nosotros partimos del hecho, por eso estamos, que la comisión tiene un sentido.

JxSí y la CUP han pedido poner en marcha las ponencias que servirán para empezar a tramitar las tres leyes de la desconexión. ¿CSQP participará? En primer lugar, nos hemos enterado un poco por la prensa. Nosotros como miembros de las comisiones participaremos en debatir cualquier ley que llegue. Pero no participaremos en estas tres ponencias porque se basan en la declaración del 9N, que votamos en contra y que no consideramos viable.

Que hayan optado por la fórmula de la ponencia y no por la proposición de ley, ¿cómo lo interpreta? Se podría interpretar como que abren el abanico a hablar con el resto de grupos. Por otra parte, se podría interpretar como que quizás no se atreven.

Que no se hayan presentado los textos de las ponencias bien puede decir que quieren hablar con los otros grupos, o bien que no se atreven

¿Y si las impugnan? La pregunta es si las cosas se hacen porque se quieren hacer o se hacen para provocar estos escenarios...

¿Tiene un punto de provocación? O de no querer provocar, no lo sé. Deberán ver los proponentes qué es lo que buscan y quieren con ello. A nosotros nos pagan por estar aquí, tendremos que escuchar y ver qué pasa.

Pasados seis meses, ¿repetiríais la confluencia? Lo que se está viendo es que las confluencias en todos los espacios políticos se están rediseñando. La nuestra fue en un momento muy concreto. No digo que no repetiríamos, pero el devenir hace que aparezcan nuevas situaciones y nuevos aprendizajes...

¿Como la propuesta de Colau de un nuevo espacio político que aglutine las izquierdas? Es una propuesta que está sobre la mesa y no pasa desapercibida.

En medio de los rumores de una crisis interna del grupo, el otro día el portavoz, Joan Coscubiela, compareció con la diputada de Podem Jéssica Albiach. ¿Se está intentando dar una imagen de unión? Es un reto nuestro articular las diferentes voces que tenemos. Se intenta vender que las cosas son como salen los atriles, con acuerdos, gente dándose la mano ... Pero todos sabemos que dentro de los partidos y coaliciones hay debates. Si no se admite la dificultad interna y una parte de funcionar de la política, pueden pasar dos cosas: que la gente no entienda lo que ve y desconecte, o que vea que no se les está diciendo la verdad.

Dentro de los partidos y coaliciones hay debates. Hay que admitir la dificultad interna

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¿Podem habría podido tener más voz? Aquí todos estamos aprendiendo. Iniciativa es un partido que lleva tiempo aquí. Yo cuando voy a una Junta de Portavoces, menos mal que está Joan Coscubiela porque si no nos colarían un gol. Seguramente cuando llega el momento de explicar qué ha pasado ahí dentro, quien debe hacerlo es el mejor. Es un reto aprovechar todo lo que tenemos.

Sobre la prórroga de los presupuestos, primero salió Lluís Rabell diciendo que CSQP se abstendría, más tarde Coscubiela decía que se estaba replanteando, y al final se votó en contra. ¿Qué pasó en ese día y medio? Había un debate sobre si era una cuestión técnica o ideológica. Obviamente era técnica porque había que solucionar un problema, pero había un punto ideológico porque Junqueras salió pidiendo resolver la cuestión técnica y luego ya veremos.

Dentro del grupo ganó la posición de priorizar la ideología... No es que ganara. Sería deshonesto decir que digan lo que digan tenemos una misma posición.

Cambiastéis de posición, pues. No es cambiar. Cuando vimos que no había disposición del Govern de cara a unos nuevos presupuestos y que la prórroga técnica podía convertirse en indefinida... No hemos visto este compromiso. Y se podría haber dado.

No hemos visto disposición por parte del Govern para hacer unos nuevos presupuestos

¿Entonces Rabell había entendido que habría este compromiso? Independientemente de esto, tú haces un análisis de lo que te dicen, y viendo que no hay compromiso, la decisión ha sido esta.

¿Junqueras se ha puesto ya en contacto con vosotros para empezar a negociar unos nuevos presupuestos? Que yo sepa, no.

Vosotros fijastéis cuatro ejes: déficit, más ingresos a partir de la lucha contra el fraude fiscal... ¿Tenéis alguna línea roja marcada? Los cuatro ejes emanan de nuestro programa. Pero escuchando según qué de Junqueras...

¿Dudáis de que se pueda llegar a un acuerdo? No lo sé. Ya lo veremos. Uno de los motivos de votar no el miércoles es porque no sabemos ni cuándo se plantearán los nuevos presupuestos.

Los acuerdos siempre in extremis entre la CUP y Junts pel Sí, ¿cómo os hace pensar que serán las negociaciones? Si soy honesto, ellos tienen un reto que no es sencillo. Y no sólo entre JxSí y la CUP. El tema es que también hay posiciones dispares dentro de JxSí. Cuando sale Puigdemont replanteando los 18 meses y entonces sale Tardà diciendo que el presidente puede decir misa...

¿Hay margen para hacer unos presupuestos diferentes, con menos recortes que en 2015? Se pueden hacer cosas de forma distinta. Al final son la plasmación de la política. Siempre se puede priorizar de otro modo, una posición diferente con respecto a la deuda, cómo se contabilizan los ingresos por privatizaciones... Pero tiene que haber una voluntad política.

El conseller de Sanitat, Toni Comín, cifraba el miércoles en 1.000 millones de euros poder reducir las listas de espera y lo vinculaba a la independencia. Estamos en lo de siempre. Me parece que es el trabajo que le han encargado. Para nosotros no es un problema que no tenga experiencia de gestión, como uno que sí que tenía y ya vimos lo que hizo. Pero lo han elegido porque tiene un perfil político determinado y su trabajo será el mismo que vimos ayer, decir y explicar lo que pasa en la sanidad bajo el foco de independencia sí o no. Es lícito. Hay un problema endémico en el sistema sanitario catalán, también lo decía la socialista Assumpta Escarp. Cuando miras de resolverlo puedes encontrar muchas soluciones. Algunos dicen que necesitamos un pacto fiscal, otros que la independencia. Ahora, no sólo hay un problema de financiación. Esto lo tienen todas las comunidades autónomas.

¿Qué se puede hacer? Pues hay cosas que se pueden solucionar mañana mismo y que si no se hacen es porque no se quiere. Y no todo es presupuestario. Ahorrar mil millones está claro que no lo podrás hacer, pero, ahora bien, que un conseller salga y diga que para solucionar esto se necesita la independencia, pues entonces cerramos la conselleria, nos dedicamos a la independencia y el día que la tengamos la volvemos a abrir. Tu eres conseller ahora, y tienes que resolver los problemas con las herramientas que tienes ahora. Está en tu derecho pedir otras, pero tienes que hacer política con esto. No podemos aceptar que nos cierren el debate por aquí.

Si como dice el conseller Comín, para solucionar la sanidad se necesita la independencia, pues entonces cerramos la conselleria

¿Se está jugando también con el plan de choque con la idea de que si no somos independientes no lo podemos aplicar? El plan de choque está muy bien, pero aquí tenemos un problema de modelo, de cómo está estructurado el sistema. Un plan de choque puede decir de abrir unos quirófanos y CAP, lo que estaría bien. Si hay cien millones de euros extras, también muy bien. Pero ayer el conseller dijo algo que hará que con el Govern no nos podamos entender de nada, y es que el modelo sanitario catalán es el mejor del mundo. Eso es mentira. El modelo actual ha funcionado mal y ha permitido la corrupción. El PSC y CDC lo crearon para facilitar que empresas amigas se hicieran de oro, con contratos millonarios irregulares. Ha sido una estafa de treinta años.

Fotos: Sergi Alcàzar