El Tiempo de Picó y Freixes nos deja la anécdota de la semana con fenómenos curiosos de todo el mundo que seguramente no conocíais. ¡Prestad atención a los vídeos de esta semana, que son muy divertidos!

 

Estornudando bajo la lluvia: Al principio del 2010, un equipo de primatólogos internacionales descubrió una nueva especie de mono en el nordeste de Myanmar. Se trata del Rhinopithecus strykeri, un mono chato, sin nariz o como si estuviera abovedado hacia arriba. De hecho, en el dialecto local les dicen "mey nwoah" o mono con cara girada. Es una pequeña población de unos 300 ejemplares y, por lo tanto, se encuentran en peligro de extinción especialmente por los cazadores locales. La particularidad de estos animales es que cuando llueve, y en esta zona lo hace con frecuencia, el agua se acumula en sus narices, haciéndolos estornudar. A veces esconden la cabeza entre las rodillas para evitarlo. Así que contando el número de estornudos de un mismo ejemplar, se pueden saber los litros de lluvia que están cayendo... más o menos. Hay otro tipo de monos chatos en el sur de China y Vietnam, pero no estornudan. El motivo por el cual no se han descubierto hasta hace poco es que se encuentran aislados por dos barreras naturales: los ríos Salween y Mekong.

Milagros de belleza: Wilson "Snowflake" Bentley (1865-1931), conocido por The Snowflake Man o alguna cosa así como El hombre copo de nieve nació en la localidad de Jericho en el estado de Vermont, en los Estados Unidos, y desde pequeño se entusiasmaba con los fenómenos meteorológicos, pero muy especialmente con la nieve. Educado en una granja y sin estudios se interesó por la microfotografía desde muy joven, siendo pionero en el estudio de los cristales de hielo que forman los copos de nieve. Adaptó un microscopio a una cámara fotográfica y durante años intentó observar la estructura de los cristales de hielo... sin éxito. Pero en 1885, cuando tenía 20 años, consiguió captar la primera imagen: era el primero que lo conseguía. Se quedó maravillado ante la belleza del cristal. A partir de aquel día no cesó de capturar y estudiar más de 5.000 cristales de nieve y lo más curioso fue que no encontró nunca dos cristales iguales. Universidades de todo el mundo se interesaron por sus estudios que se publicaron en revistas, libros y diarios. En 1931 publicó el libro de Los cristales de nieve con 2.400 imágenes. A continuación reproducimos algunas sensaciones que experimentó con sus investigaciones: "Bajo el microscopio encontré que los copos de nieve (en los Estados Unidos, los cristales de nieve se dice popularmente copos de nieve) eran milagros de belleza; y me pareció una pena que esta belleza no fuera vista y querida por otros. Cada cristal era una obra maestra de diseño y ningún diseño nunca se repetía. Cuando un copo de nieve se fundía, el diseño se perdía para siempre. Toda esta belleza se va, sin dejar ningún recuerdo".

Alfred Rodríguez Picó y Xavi Freixes volverán a hacer juntos la previsión del tiempo en ElNacional.cat el próximo miércoles 27 de marzo con los cambios de tiempo y las lluvias de Semana Santa. ¡No te lo pierdas!