El proyecto MARSUR (Maritime Surveillance) encara el final de su tercera fase con el desarrollo de nuevas aplicaciones de software que permitirán el intercambio de información entre los países miembros y la interoperabilidad con otras redes similares. La iniciativa, impulsada por todos los países de la UE con acceso al mar y el Reino Unido persigue construir una red de vigilancia marítima capaz de supervisar los 14,5 millones de kilómetros cuadrados de aguas territoriales y los 70.000 km de costa de los países participantes.

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12.000 barcos diarios

Cada, día circula por el área que se quiere controlar con el sistema MARSUR unos 12.000 barcos. Por ello, los países participantes están desarrollando de manera conjunta un sistema propio de control que incluye herramientas específicas de vigilancia marítima que permiten que los miembros de la red intercambien datos, coordinen misiones de vigilancia y asignen tareas a sus respectivos cuerpos de vigilancia marítima, procesen imágenes, puedan reproducir vídeo de manera simultánea y dispongan de un repositorio conjunto capaz de generar informes con agilidad y rapidez sobre cualquier asunto sensible para la seguridad marítima de alguno de los países miembros. Episodios similares al del petrolero Prestige o a los de los desembarcos de inmigrantes procedentes de África que se registran en el Mediterráneo podrán gestionarse de manera más eficaz, al igual que cualquier contingencia en el Mar Báltico y el Mar Negro, territorios a los que Rusia tiene salida. En el desarrollo de las aplicaciones participa el grupo tecnológico español GMV, que se encargará de renovar el sistema MEXS y la interfaz de los usuarios. Actualmente, la red ya disfruta de operatividad, aunque limitada. 

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El transporte marítimo, crucial

Actualmente, el 90% del comercio exterior de la UE y el 35% del comercio interno se llevan a cabo mediante transportes marítimos. Igualmente, el proyecto MARSUR permitirá combatir mejor tanto en el Mediterráneo como en el Báltico, el Mar Negro y el Atlántico el tráfico de mercancías no permitidas, la piratería, la pesca furtiva o el tráfico de seres humanos.