Una de las grandes cosas que siempre ha tenido Twitter es la transversalidad, ya que la aplicación permite que un ciudadano de a pie interactúe de tú a tú con quien considere y que el destinatario de la invectiva (o de lo que sea) pueda responderle en segundos. Con Elon Musk de por medio y sus inventos varios encaminados, dice él, a rentabilizar una inversión que nadie tiene claro por qué acometió, todo parece, a priori, estar complicándose. Con todo, a veces, hay pequeñas historias que demuestran cómo, todavía, Twitter sirve incluso para más de lo que su actual propietario imagina. Una de ellas pasó ayer, primer día de curso, en Viladecans.

Enzo
 

Vuelta al cole

El curso, mientras que en la vecina Aragón ha arrancado hoy, comenzó, en Catalunya y para los alumnos de Infantil, Primaria y ESO, ayer. Uno de ellos, Enzo Broncano, empezaba sus clases de cuarto de Primaria de este año en la Escuela Montserratina y, por una de esas casualidades que a veces se dan, un equipo de informativos de la Sexta se acercó hasta el centro para hacer el típico reportaje sobre el primer día de cole. Las declaraciones de unos y otros no salían de los habituales lugares comunes: que si cuánto habían crecido los niños, que si costaba mucho levantarse y que si el primer día de cole no se hacía nada. El asunto, sin embargo, cambió cuando a Enzo le plantaron el micrófono delante y le preguntaron por qué hay que estudiar y que se puede llegar a conseguir con ello.

- ¿Y para qué estudias Enzo? -le preguntó la reportera-

-Pues para ser alcalde de Viladecans o, también, piloto de Fórmula 1.

Ser alcalde

Ahí es nada. La sorpresa llegó, no obstante a las pocas horas, cuando lo que debería haber sido simple anécdota -poco más que miramamáhesalidoenlatele- devino algo mucho más importante: Carles Ruiz, el actual alcalde de Viladecans, se dirigió vía Twitter a Enzo y fue claro: con lo de ser piloto no iba a poder ayudarle, pero en lo que tiene que ver con lo de ser alcalde, sí. “Vente a verme un día y hablamos de lo que significa”. Enzo, me ha contado su padre, está mirando a ver qué día se pasa por el Ayuntamiento de su pueblo. Y todo, gracias a Twitter y, también, a un crío que, gracias a sus padres Pedro y Emi, sabe (según cuentan) ir siempre un poco más allá que los demás. Bien por él y, también, por Carles Ruiz, que mostró rapidez de reflejos y, lo más importante, ganas de hacer feliz a un niño.