La tecnología avanza muchísimo a cada rato pero hay cuestiones en las que todavía no es capaz de darnos soluciones muy necesarias a problemas molestos del día a día. Uno de ellos es el que desgraciadamente tan a menudo nos sucede cuando estamos viendo un vídeo reproducido por streaming con una conexión inalámbrica a internet sin la suficiente potencia.

Ya sea un videoclip en YouTube, una serie en Netflix, una película en HBO o un partido de fútbol en alguna de las plataformas televisivas, frecuentemente la emisión se nos queda colgada, con ese círculo de transmisión dando vueltas en bucle y sin poder avanzar. Por no hablar también de la cantidad de ocasiones en las que la conexión nos obliga a ver por momentos algunas escenas tan pixeladas que no se distingue lo que ocurre en la pantalla.

Pues ahora, parece que todos estos molestos inconvenientes podría solucionarse gracias a una herramienta que han creado un equipo de científicos de la prestigiosa universidad MIT de los EE. UU. El ingenio que han conseguido sacar adelante es un sistema para ayudar a varias personas a compartir una conexión wifi limitada. Al sistema lo han llamado Minerva y analiza los vídeos antes de que sean reproducidos para chequear cómo se verán afectados al ser reproducidos con una calidad inferior.

Vídeo

Tal y como informa la web Engadget, los protocolos tradicionales para compartir wifi lo que hacen es dividir el ancho de banda disponible entre los usuarios que están utilizándolo de manera equitativa. Así, si una persona está viendo una película en casa y otra, un partido de la NBA, el sistema de toda la vida le asignará a cada uno la mitad del ancho de banda disponible en ese momento, con independencia de que una de las dos transmisiones requiera más datos para su buen funcionamiento.

El sistema Minerva

Minerva es capaz de comprobar los dos videos antes de que se reproduzcan en los dispositivos de esos dos usuarios y dictaminar cuál precisaría de un mayor ancho de banda, para que así los dos se puedan reproducir en buenas condiciones. Una vez conoce las necesidades, lo que hace es asignar automáticamente a cada reproducción de vídeo lo que necesita y se mantiene alerta para el caso de que las condiciones cambien y sea preciso realizar ajustes.

Tras las primeras pruebas en situaciones reales, los creadores de Minerva han demostrado que el novedoso sistema es capaz de reducir casi a la mitad la memoria de almacenamiento temporal de la información a la hora de transmitir los vídeos y que en uno de cada tres casos, la mejora en la calidad de la imagen de los vídeos fue tan espectacular como el paso de una calidad HD a otra Full HD.

Por último, cabe destacar que Minerva sirve tanto para los hogares como para plataformas como Netflix, que emiten contenido en streaming, por lo que el descubrimiento se presenta como un auténtico avance en lo referente a la experiencia de usuario del vídeo en streaming. Y por si fuera poco, para implantarlo no hace falta que quienes lo utilicen cuando esté disponible tengan que cambiar nada en ninguno de sus dispositivos para disfrutarlo.