A poca gente le gustan las cucarachas: sus patas espinosas, largas antenas y cuerpo brillante provocan rechazo a muchísimas personas, por no decir asco. A veces, incluso pánico. Encontrar una en casa despierta los peores temores, porque su presencia suele indicar que hay más escondidas, esperando a salir de su sucio escondrijo (como las cañerías y desagües). Sus movimientos rápidos e impredecibles dificultan la captura. Algunas incluso “vuelan” (suelen usarlas para planear).
Si bien su rechazo es generalizado, las cucarachas son un snack en algunos países del mundo, como Tailandia o México, por ser una buena fuente de proteínas. Además, son capaces de vivir en condiciones mortales para la mayoría de los animales, como altas dosis de radiación o ambientes contaminados. Pueden sobrevivir sin comida durante semanas, y algunas especies son capaces hasta de vivir siete días sin cabeza por tener un sistema nervioso descentralizado y respiración por espiráculos.
Por sus interesantes características, las cucarachas son tema de estudio por científicos de todo el mundo. De hecho, un grupo de investigadores de la Universidad de Queensland las ha tomado como inspiración para crear una especie de cucarachas/escarabajos (que, sin ser iguales, comparten algunas características superficiales) “insectos cíborgs” diseñados para ayudar en misiones de búsqueda y rescate.
Los escarabajos serán los exploradores para equipos de rescate del futuro
Los investigadores de la Universidad de Queensland han equipado a escarabajos con mochilas que integran microchips para convertirlos en cíborgs, permitiéndoles guiarlos de forma remota utilizando un mando de videojuegos. El Dr. Thang Vo-Doan, quien dirigió el trabajo, destacó de los escarabajos sus "dones naturales que los convierten en maestros de la escalada y la maniobrabilidad en espacios pequeños y complejos, como escombros densos, que son difíciles de navegar para los robots".
Para el experimento utilizaron escarabajos oscuros (Zophobas morio). Las mochilas utilizan electrodos que estimulan las antenas del insecto o sus élitros, sus alas delanteras endurecidas. De este modo, se le insta a mover en direcciones específicas. “Si bien los robots a esta escala han avanzado en la locomoción, la transición de superficies horizontales a paredes sigue siendo un desafío formidable para ellos”, dijo Fitzgerald.
Los insectos cíborg poseen de manera natural almohadillas activas y capacidades de detección necesarias para acceder a cualquier área en una zona de desastre. Las últimas pruebas concluyen que se los puede guiar de un lado a otro, incluso por paredes verticales. Las mochilas pueden incorporan una batería tan pesada como los propios escarabajos.
Aunque el experimento ha sido un éxito, los investigadores continúan perfeccionando el diseño de las cámaras en miniatura, además de buscar sistemas de energía más compactos. Estos cambios aumentarían la movilidad y versatilidad de los escarabajos para convertirlos en exploradores de alto valor para tareas de rescate. “Si hay personas atrapadas bajo una gran cantidad de escombros, es importante encontrarlas lo antes posible y planificar su salida”, explicó el Dr. Vo-Doan.