Nos estamos quedando sin insectos polinizadores silvestres. Y no es cosa solo de aquí: es un fenómeno que se da por todo el mundo. En Catalunya, en concreto y a lo largo del último siglo, se han detectado declives muy importantes en la diversidad y abundancia de los insectos polinizadores, especialmente con respecto a abejas y mariposas, y en menor grado en sírfidos. Así lo demuestra el informe Los polinizadores silvestres a Catalunya, que recoge datos de los últimos seis lustros.
Tres décadas de datos
Gracias a los datos obtenidos durante más de 30 años por voluntarios del proyecto Catalan Butterfly Monitoring Scheme (CBMS), podemos saber ahora que hemos perdido hasta un 70% de las especies de mariposas que vivían en Catalunya, especialmente aquellas que vivían en prados y herbazales. Hoy, hay 45 especies de mariposas diurnas amenazadas y, de ellas, 12 ya se encuentran en peligro de extinción, 32 son vulnerables y una está extinta como especie reproductora. Con respecto a las abejas, las más afectadas son las mayores, las de lengua larga y las que tienen un alto grado de especialización, tanto de hábitat como de dieta.
¿Y las causas?
El informe señala como causas principales de esta desazón la pérdida y fragmentación de hábitats naturales, la intensificación de la agricultura, la urbanización, el cierre de los claros en zonas forestales y el cambio climático. Para solucionarlo, habría que recuperar los herbazales y los márgenes multifuncionales de los campos de cultivo, diversificar estos y reducir la utilización de plaguicidas perjudiciales a los polinizadores. Desde la Generalitat, se quiere redactar durante este año un plan para revertir la situación.