Empezaron este enero, trabajan desde los Centros de Atención Primaria y dan servicio ya a un total de 8.131 personas que manifestaban algún tipo de trastorno emocional leve o sufrían soledad no querida. Son los profesionales del Programa de Prescripción Social y Salud, con el cual la sanidad catalana quiere ayudar a la ciudadanía a quien lo necesite a recuperar el bienestar emocional sin necesidad de utilizar fármacos.

¿Qué es exactamente?

La prescripción social es un mecanismo a través del cual un profesional de la salud y un paciente identifican juntos actividades de la comunidad que puedan servir al segundo para mejorar su salud y su bienestar. Se trata, explican desde la Generalitat, "de ofrecer alternativas a la medicalización de los malestares de la vida cotidiana a personas con limitado beneficio de la medicina tradicional y que perciben falta de participación social o sentimiento de soledad o están en riesgo de aislamiento social".

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Atención Primaria

El programa Prescripción social y salud (PSS) pretende dotar a cualquier profesional de la atención primaria de herramientas para facilitar la prescripción social, siempre que esté indicado que puede beneficiar al paciente de manera sistemática y evaluada. Con el fin de desarrollar la prescripción social, la Sub-dirección General de Drogodependencias ofrece formación a personas que serán referentes en prescripción social en el equipo de atención primaria. El programa tiene como objetivo disminuir el riesgo de aislamiento social de los pacientes, mejorar la salud mental positiva y la calidad de vida mediante la participación en actividades de su entorno local.

Más de un 20% de la población con más de 15 años, afectado

El malestar emocional lo sufre en el Principado, según Enquesta de Salut de Catalunya de 2021, un 22,5% de las personas de más de 15 años. Principalmente, se trata de casos de soledad no deseada con trastornos leves de salud mental como la ansiedad o determinadas depresiones. El objetivo final es mejorar el bienestar emocional reduciendo la dependencia al sistema sanitario. Un 65% de las personas que participan a las actividades que se incluyen al PSS declara haber experimentado mejoras a su cotidianeidad