No nos engañemos: cuando Cupra irrumpió en el mercado del automóvil en 2018, hace ya un lustro, pocos creían que una marca española de coches, si no deportivos, sí con el espíritu que convierte a esos modelos en objeto de deseo podía tener futuro. Hoy, cinco años más tarde, la realidad ha demostrado justo lo contrario y la firme apuesta de Volkswagen por este sello y el tibio apoyo que recibe Seat (es de las pocas grandes marcas europeas sin coches eléctricos en su catálogo) hace que sea Cupra y no Seat la marca española del grupo Volkswagen mejor valorada dentro y fuera de nuestras fronteras. Con todo, su logotipo, sigue siendo una incógnita para muchos. ¿Qué es ese símbolo y por qué tiene ese color?

Cupra
 

En realidad, sólo son dos letras

El logotipo, y así lo afirma en su web el grupo Seat, son tan sólo dos letras c entrecruzadas pero, eso sí, con un trazo singular que evoca los símbolos de antiguos clanes o tribus. Con ello, explican, se pretende vincular la marca al “instinto, la determinación, el coraje y la pasión” de las, señalan desde la marca “civilizaciones tribales”, porque Cupra quiere que quienes elijan uno de sus coches sean algo tal que eso: un grupo escogido unido por lazos que van más allá del gusto. Hasta ahí, cuentan desde Cupra, el significado de la primera letra c. La segunda, señalan, representa “el estilo, la deportividad y la belleza” y el conjunto se une en un logotipo que quiere ser una seña de identidad “como si de un tatuaje se tratara” que va a estar presente en los coches, los accesorios, el merchandising y los eventos y competiciones en los que Cupra tome parte.

¿Y el color?

La elección del color es mucho más sencilla: Cupra, fonéticamente, evoca el nombre de un metal, el cobre, tanto en nuestro idioma como en inglés. El cobre, al tiempo, se vincula a antiguas civilizaciones que lo utilizaron como materia prima base de sus metalurgias y, al tiempo, es también un metal indispensable hoy en día que está presente en la arquitectura, las telecomunicaciones, los sistemas electrónicos y hasta en los dispositivos de energías renovables. Ahí es nada.