El gusto por correr de manera cotidiana para disfrutar del medio ambiente y, al tiempo, mantener la forma física, crece cada año. Aplicaciones como Strava, que permiten registrar actividades y progresos de corredores aficionados rondan los 50 millones de usuarios y buena parte de ellos practican una nueva modalidad de esa sana costumbre que es correr: se llama plogging.

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¿Qué es?

En sí, nada más que una modalidad de running que nació en Escandinavia. Tiene, eso sí, una particularidad que la singulariza: quien la practica, además de correr, recoge la basura y los residuos que se encuentra por la calle o en el campo cuando practica deporte. Obliga, eso sí, a añadir al equipo de runner una herramienta: una bolsa de basura. El nombre de la modalidad surge de la unión del equivalente sueco (plocka upp) a nuestro verbo recoger y del término running. Tiene ya ocho años, que son los transcurridos desde que Erik Ahlström empezó a practicarlo en 2016. Hoy, en todo el mundo se estima que lo practican unas 30.000 personas, parte de ellos en Catalunya.

Beneficios

A los ya conocidos beneficios del running convencional, el plogging añade otros: eleva el consumo de calorías –hay que agacharse-, permite trabajar la musculatura de los brazos –hay que llevar peso, porque la bolsa en la que acumulas los residuos pesa- y mejora el entorno, con lo que eleva la autoestima más que otras actividades deportivas.