La compra de productos de ocasión, especialmente en situaciones inflacionarias como la actual, crece mes a mes y, a veces, los consumidores nos enfrentamos a dilemas que resulta difícil solucionar porque no disponemos de la información adecuada. Uno de los más habituales es el que se plantea a la hora de decidir entre un producto que se etiqueta como reacondicionado y otro que se identifica como de segunda mano ¿qué diferencias hay entre ellos?
No, no son lo mismo
Escoger productos de segunda mano o reacondicionados puede llegar a suponer ahorros de hasta el 70% si comparamos sus precios con los de dispositivos nuevos. Para evitar equivocaciones, con todo, es necesario saber qué son exactamente unos y otros. En eso, los técnicos de Back Market, portal líder en la comercialización de productos reacondicionados, son expertos. Y nos lo explican: como reacondicionados, se entienden todos aquellos productos que han sido usados previamente para ensayos o demostraciones o, también, que han sido devueltos durante el plazo preceptivo por quien los adquirió en primera instancia. El término reacondicionado nos indica el proceso que, tras ese primer uso, ha vivido el dispositivo con el fin de poder venderlo de nuevo. El reacondicionamiento puede incluir desde sustituciones de piezas, limpiezas a fondo o, incluso, simples reempaquetamientos. Los productos de segunda mano son, también, productos usados pero no han sido sometidos a este proceso de reacondicionamiento en el que, siempre, participan técnicos cualificados.
¿Qué ventajas aportan unos y otros?
La tecnología reacondicionada tiene una excelente relación calidad-precio y suele encontrarse en marketplaces que ofrecen hasta dos o más años de garantía. Estos portales, habitualmente, cuentan con empresas colaboradoras acreditadas que se encargan de limpiar, probar y certificar el correcto funcionamiento de cada dispositivo antes de ponerlo a la venta de nuevo. Los dispositivos de segunda mano, que se encuentran en portales como Wallapop o, también, en redes sociales, permiten disfrutar de ahorros mayores, pero no median las garantías que aporta un intermediario. Sea como fuere, y elijas segunda mano, nuevo o reacondicionado, conviene que recuerdes que, de entre todos los residuos que cada día generamos, la basura tecnológica es una de las más complicadas de eliminar y más caras de tratar. Quizá, por tanto, no sea tan mala idea darle una oportunidad a ese dispositivo que alguien decidió desechar y se pone de nuevo a la venta y, de paso, destinar tu dinero a otras cuestiones y reducir el volumen de residuos que generas.