La gasolina está más barata que hace unos meses, pero la desaparición del descuento universal de veinte céntimos que aplicó el Gobierno para hacer más asumible el desbarajuste que, para las economías familiares, suponía pagar el litro de combustible a dos euros ha hecho que notemos, más que nunca, lo caro que sale ir en coche a los sitios. Por eso, quien más quien menos activa estrategias de ahorro para, si es posible, llenar el depósito por un poco menos. Te explicamos algunas.

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Nunca repostes en fin de semana

La demanda de combustible es siempre mayor en fin de semana porque, justo esos días, salen a la carretera con sus vehículos personas que, bien por trabajar cerca de casa o, en su defecto, por usar el transporte público en días laborales no mueven el coche de lunes a viernes. Por eso, si hay subidas de precios – ý cada semana suele haberlos - éstas se aplican siempre en fin de semana.

Mejor repostar por la noche

Cada gasolinera puede modificar precios y, si ha de escoger una franja del día para ofrecer gasolina más barata, ésa será siempre aquella en la que hay menos demanda. ¿Y cuándo hay menos demanda? Pues en horas nocturnas. Además, hay otra ventaja: al hacer más frío, el combustible está a menor temperatura y ocupa menos volumen. Eso significa que, además de encontrar por la noche la gasolina más barata porque hay menos demanda, igual puedes hacer que quepa un poco más en tu depósito y aprovechas mejor los precios bajos.

Infórmate

Con todo, la mejor estrategia es la más evidente: informarse, antes de repostar, de los precios de las gasolineras más cercanas. Las diferencias de precio pueden ser hasta de diez céntimos.