El cambio climático, que afecta a la salud y a nuestro entorno, ¿puede tener también efectos adversos en las infraestructuras? A Ferrocarriles de la Generalitat se han hecho esta pregunta y la respuesta ha sido afirmativa: el cambio climático afecta de manera negativa las vías férreas y, más en concreto, a las traviesas, que pueden experimentar dilataciones indeseadas en episodios de olas de calor o en jornadas de gran contraste térmico. Desde que el cambio climático se convirtió en una realidad, este tipo de episodios y circunstancias son más habituales.

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6.500 traviesas renovadas

Así, Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) ha iniciado este mes los trabajos de renovación de 6.500 traviesas a la línea Llobregat-Anoia. La intervención, precisamente, tiene como objetivo prevenir dilataciones no deseadas que pueden generar riesgos para los convoyes y sus pasajeros. La actuación afecta a 4 kilómetros de vías y es una de las acciones previstas en el nuevo Plan de Adaptación al Cambio Climático de la Infraestructura Ferroviaria de FGC, que tiene como objetivo garantizar que las infraestructuras de Ferrocarrils no se ven dañadas por los nuevos fenómenos climáticos.

Traviesas especiales

En diez curvas concretas del trazado, Ferrocarrils sustituye las traviesas convencionales por otras que incorporan tacos de hormigón a la zona de contacto con el carril. Estos tacos permiten un mayor contacto con el balasto y aportan, más rigidez en la vía. De esta manera, se consigue que los carriles ganen resistencia lateral y no sufran dilataciones en episodios de olas de calor o en días con un contraste térmico notable entre temperaturas mínimas y máximas.

Las nuevas traviesas con tacos se implantan en curvas porque son los puntos de la vía más susceptibles de experimentar  dilataciones de carril. La instalación de este nuevo modelo, combinada con la renovación de traviesas de fondo plano, se lleva a cabo a la línea Llobregat-Anoia porque es de ancho métrico, el tipo de vía más expuesto a esta incidencia. Hasta ahora, Ferrocarrils ya había probado con éxito el modelo con tacos en tramos del ramal de Martorell-Igualada. La intervención de ahora en el tramo de Manresa en Olesa es la primera de gran envergadura que se acomete. El presupuesto total de la obra es de 1,8 millones de euros.