Wind Europe, la patronal europea del sector eólico, quiere menos aerogeneradores fabricados en China funcionando en suelo europeo. Lo hacen, claro, por interés pero, también –al menos según explican- porque escogerlos entraña “riesgos” para la “seguridad energética y el empleo en Europa”. ¿Medidas proteccionistas? Eso, precisamente, es lo que parecen estar reclamando desde Wind Europe.

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¿Son peores?

Nada lo indica porque China, de hecho, es puntera en el desarrollo de estas máquinas. Producen más y lo hacen, también, de manera más económica, pero Wind Europe los considera una amenaza: “son una tentación, pero sería malo para España y malo para Europa comprar aerogeneradores eólicos chinos. Están empezando a ganar pedidos en Europa, y ya se han hecho con dos en Serbia y con uno en Rumanía, “y hay riesgos de que los ganen también en otros países, incluyendo España”, explican desde la patronal eólica.

¿Por qué son atractivos?

Los precios de los aerogeneradores chinos son más bajos que los de los fabricados en Europa. A esta circunstancia hay que añadirle las ventajosas condiciones de financiación, que contempla pagos aplazados en tres años que las empresas agrupadas en Wind Europe dicen no poder ofrecer “porque impactaría en su generación de caja y porque en Europa están sometidos a unas “reglas muy estrictas”. Si los promotores de desarrollos eólicos en Europa se deciden por aerogeneradores chinos, detalla Wind Europe, “se estaría cometiendo un error comparable al que en su día hizo a Europa dependiente del gas ruso”. La posibilidad de fabricar mejor y más barato que China, eso sí, parece que no se contempla.