La NASA se enfrenta a una tormenta presupuestaria que amenaza con redefinir su presencia en la órbita terrestre. Con un déficit de 1.000 millones de dólares proyectado hasta 2029 para la Estación Espacial Internacional , la agencia espacial se ve obligada a tomar medidas drásticas para mantener sus operaciones.
El incierto futuro de la Estación Espacial Internacional
A partir de la misión Crew-12 , programada para febrero de 2026, la NASA reducirá su contingente en la EEI de cuatro a tres astronautas . Esta decisión disminuirá la tripulación total de la estación de siete a seis miembros, considerando que Rusia mantendrá sobre tres cosmonautas a bordo.
Además, se extenderá la duración de las misiones de seis a ocho meses , una estrategia que busca maximizar la eficiencia con menos personal, aunque podría limitar la experiencia en órbita para los astronautas estadounidenses.
La reducción de personal tendrá consecuencias directas en la capacidad de investigación de la EEI . Con menos manos disponibles, se estima que la producción científica podría disminuir hasta en un 50%, afectando a experimentos cruciales para futuras misiones en la Luna y Marte. Además, se ha cancelado la actualización del Espectrómetro Magnético Alfa , un instrumento clave para el estudio de la materia oscura, lo que limita aún más las capacidades científicas de la estación.
Y esto no ocurre del nada. La administración Trump ha propuesto un presupuesto para el año fiscal 2026 que recorta el financiamiento total de la NASA en un 25% , reduciéndolo de 24.900 millones a 18.800 millones de dólares. Este recorte incluye una disminución de 508 millones de dólares para la EEI , lo que se alinea con la estrategia que prioriza la exploración humana de la Luna y Marte. Para estos programas, por cierto, se destinan 7.000 millones y 1.000 millones de dólares respectivamente.
Con la Estación Espacial Internacional programada para su desmantelamiento en 2030, la NASA planea una transición hacia estaciones espaciales comerciales . Empresas como Blue Origin, Starlab Space y Axiom Space están desarrollando conceptos de estaciones con financiamiento de la NASA, aunque se enfrentan a plazos ajustados para garantizar la continuidad de la presencia humana en el espacio.
La agencia espacial estadounidense, por tanto, se encuentra en una encrucijada en la que debe equilibrar la necesidad de recortes presupuestarios con su misión de exploración y liderazgo científico. Las decisiones tomadas en los próximos años determinarán no sólo el futuro de la EEI, sino también el papel de Estados Unidos en la próxima era de la exploración espacial.