La familia de Guillem Agulló ha reclamado al Gobierno que le devuelva la concesión del Premio Guillem Agulló y anule el decreto por el cual la Generalitat lo otorgaba provisionalmente, después de conocerse este viernes que el ejecutivo estudia incluirlo entre los Premios LAYA. En una carta dirigida al presidente Salvador Illa, han informado de que harán un llamamiento a entidades de todos los territorios de habla catalana para "asumir colectivamente y desde fuera de las instituciones" el premio que, según han anunciado, se entregará el próximo 20 de noviembre. Fue el Gobierno de Pere Aragonès quien asumió el reconocimiento después de que la Generalitat Valenciana, a manos de PP y Vox, decidiera suprimirlo.
Ahora, el Departamento de Igualdad y Feminismo está estudiando incluir este reconocimiento a los Premios LAYA, según ha avanzado este viernes Ser Catalunya, y aseguran que están revisando cómo continuar con él. Según han afirmado, la consellera, Eva Menor, dará explicaciones al Parlamento la semana que viene, y han reiterado el compromiso del Gobierno "con la defensa de los derechos humanos y la lucha contra los discursos y delitos de odio".
Sin embargo, la familia considera que la posibilidad de incluirlo entre los Premios LAYA "avergüenza y retrocede". También han asegurado que no se les ha comunicado "nada de nada" ni se les ha realizado ninguna consulta previa, y han recordado que el premio no aborda solo los dolores y ausencias del pasado, sino que, textualmente, impulsa y amplía las luchas urgentes del presente. El año pasado, recibió el reconocimiento la Xarxa d'Estructures Populars i Comunitàries de Manresa. El galardón lo entregó Aragonès, ya en calidad de presidente en funciones.
Un símbolo contra el racismo, la xenofobia y los discursos de odio
El premio se creó el año 2016, con el gobierno valenciano formado por los socialistas, Compromiso y Podemos, en reconocimiento de la vida del activista valenciano Guillem Agulló i Salvador, quien murió asesinado por un grupo de fascistas el 1993. Este premio era concebido como un símbolo contra el racismo, la xenofobia y los discursos de odio. Durante nueve años el galardón ha reconocido desde la labor de la fiscalía contra los delitos de odio hasta el apoyo a las personas refugiadas, pasando por el entrenador de fútbol Guus Hiddink, que detuvo un partido para exigir la retirada de una esvástica de las gradas, o por el profesor Miquel Álvarez, agredido a la agredida. El año pasado, recibió el reconocimiento la Xarxa d'Estructures Populars i Comunitàries de Manresa.
Con respecto a los Premios LAYA, que otorga el Gobierno, reconocen la "especial incidencia de los proyectos cinematográficos y audiovisuales en el fomento, el conocimiento y la reflexión sobre los derechos humanos".