Los últimos anuncios de Hunosa, que amplía su actividad con nuevos clientes para su planta de tratamiento de carbones de el Batán, ubicada en Mieres, han sido acogidos con satisfacción por los responsables políticos de la zona; pero, también, se han aprovechado para exigir nuevas inversiones. Anibal Vázquez, alcalde mierense y minero jubilado él mismo, quiere que Hunosa siga siendo motor de de desarrollo y generador de empleo para las Cuencas Mineras.

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De momento, unos 40 millones de euros de inversión

Actualmente, Hunosa dispone en Mieres de tres instalaciones productivas principales: el pozo Nicolasa, última mina subterránea activa de España; la térmica de La Pereda y el lavadero del Batán. El futuro del primero no está definido aún, pero no hay fecha de cierre y la Pereda se quiere transformar en central de biomasa, ya que ahora sólo puede quemar carbón. Para ello, habrá que invertir 41,3 millones. En El Batán, se ha activado ahora una nueva línea de negocio: el tratamiento de graneles, otros minerales y escorias siderúrgicas para obtener nuevos materiales industriales. El proyecto se denomina Batán Recovery. Al tiempo, la empresa desarrolla también un proyecto de aprovechamiento geotérmico en el Pozo Barredo, dentro del casco urbano mierense y al lado de la Escuela Politécnica de la ciudad.

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¿Qué exige el alcalde de Mieres?

Para Aníbal Vázquez, que valora bien los proyectos en marcha, hace falta más. Hunosa, y así lo recuerda, es dueña de un 22% de la superficie del municipio y todos esos activos deben ponerse a trabajar. La empresa pública es dueña de un polígono industrial, Reicastro, en el que se invirtieron 4,5 millones de euros pero que está vacío desde hace diez años. El alcalde es contundente: si durante 200 años Hunosa ha creado en Mieres riqueza y empleo sacando carbón y, ahora, eso ya no se permite, la compañía deberá buscar nuevas maneras, preferentemente vinculadas a las nuevas tecnologías de producción energética para que Mieres no deje nunca de ser la ciudad industrial que gigantes como Numa Guilhou crearon hace casi dos siglos. En eso, e igual que con el resto de Asturias y las cuencas mineras leonesa, palentina, manchega y andaluza, España tiene una deuda que no puede dejar sin pagar.