Catalunya lo tiene claro: de aquí a 2030 quiere extender el modelo de carretera 2+1 a 400 kilómetros de su red vial para evitar accidentes frontales. Para conseguirlo, se han programado una serie de actuaciones valoradas en 660 millones de euros. Si todo llega a buen término, la Generalitat estima que se podrán reducir entre un 80 y un 100% de los accidentes mortales en los tramos en donde se programan las mejoras y en un 20% en toda la red. Para toda España, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha aprobado este mes de marzo la primera norma que regula este tipo de viales 2+1. Se trata de la Orden Circular 1/2021 sobre Recomendaciones para el diseño de Carreteras 2+1 y carriles adicionales de adelantamiento. A la norma se concluye que estos viales de única plataforma con separación entre los sentidos de circulación ofrecen mejores condiciones de seguridad que las carreteras convencionales, permiten circular a velocidades medias más elevadas, son menos costosas que las autopistas y las autovías y que, también, generan menos afectaciones ambientales y son más fáciles y rápidas de construir y diseñar al ser más flexibles.

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Un 7% de la red

El programa pretende que "interviniendo en el 7% de la red, se pueda reducir la mortalidad un 20% en el total de carreteras de la Generalitat y en los tramos donde actuaremos, reducirla a cero o casi cero", señalado el consejero|conseller Territori Juli Fernàndez.

De aquí a 2030

Este programa de actuaciones hasta el 2030 abarca la transformación de cerca de 420 km de carreteras que actualmente tienen un carril por sentido (1+1) al esquema denominado 2+1. Este formado implica configurar tres carriles de circulación y que el carril central se vaya alternando en un sentido y en el otro con el fin de habilitar tramos de adelantamiento seguros para los vehículos. Además, una característica esencial para la seguridad vial de las carreteras 2+1 es que disponen de una separación reforzada de los dos sentidos de circulación.

Modelo sueco

La Generalitat ha aplicado en los últimos años este sistema, inspirándose en la experiencia de Suecia, uno de los países punteros en seguridad vial. En concreto, el Gobierno ha aplicado este sistema en tramos de la C-55, la C-16, o la C-58, y ha hecho seguimiento de la accidentalidad. En estos tramos 2+1 ejecutados, no se ha producido ningún accidente mortal causado por choque frontal o frontolateral; y los accidentes mortales se han reducido un 90% y los graves, un 50%.

El sistema 2+1 incide en dos factores relacionados con los accidentes frontales: los adelantamientos inadecuados y la invasión del carril del sentido contrario por pérdida de control o falta de atención. Y, además de mejorar la seguridad vial, al habilitar un carril adicional, la carretera puede ganar en fluidez de la circulación.