¿Estás valorando instalar una estufa de pellets en tu domicilio o tu negocio para rebajar tu factura energética? Pues bien, si todavía meditas una compra de ese tipo, debes saber que los pellets han subido un 67% durante los últimos doce meses y un 96% desde 2017. La leña, que también sirve como combustible en muchas de estas estufas también ha subido durante 2022: en concreto, un 30%. Con todo, y dados los precios actuales de la electricidad y los carburantes y el gas, las estufas de pellet y similares siguen siendo una alternativa interesante y el negocio que se ha creado en torno a la producción de la biomasa mueve ya más de 3.700 millones de euros anuales en España, venta de estufas a parte.

Existen diferentes tipos de biomasa
Existen diferentes tipos de biomasa

Oferta y demanda

La dinámica alcista de la biomasa y la leña se explica a partir del incremento de la demanda  de estufas ecológicas que se está registrando durante estos meses previos al invierno. La volatilidad de los mercados eléctricos y gasísticos, unida al interés de los consumidores por sistemas de calefacción más verdes y que nos permiten no depender de terceros países dispara las ventas de estufas y calderas de pellets y biomasa en toda Europa. En España, 2022 encara sus últimos meses con  un 44 % de estufas de pellet vendidas y un 13% más de  calderas. En Francia e Italia, las ventas de estufas crecen un 50%  y las de calderas se duplican en Alemania. Con el carbón y el gasóleo proscritos para la calefacción doméstica y el gas por las nubes, el pellet y la biomasa son la respuesta. Son datos, todos ellos, facilitados por la Organización de Consumidores y Usuarios de España. En Catalunya, por ejemplo, sólo en 2020 se instalaron calderas de biomasa capaces de producir más de 66 megavatios de energía, lo que equivale a más de la mitad de los 126 megavatios de energía que era capaz de producir la térmica de Cercs en sus mejores años. 

biomasa
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Un negocio que crece

En paralelo a los precios de la biomasa y los pellet, el interés de las grandes empresas energéticas del país por estos combustibles se dispara también. Hunosa, la histórica hullera, quiere convertir la biomasa en eje de su negocio y trabaja ya para reconvertir la térmica de La Pereda (Mieres) e una instalación adaptada a la biomasa y Forestalia, empresa aragonesa vinculada al Grupo Jorge, una de las mayores cárnicas del país, impulsa proyectos de aprovechamiento energético de biomasa forestal en toda España. Los pellet, pese al incremento de precio registrado en los últimos años son, a la vez, alternativa verde y económica para nuestras calefacciones y recambio económico para un medio rural que tampoco no quiere quedarse descolgado de la revolución verde.  De hecho, muchos de los proyectos que impulsan empresas como Forestalia tienen su sede en provincias como Teruel, León o Palencia, azotadas todas ellas por la despoblación y la desindustrialización que ha traído consigo el abandono de los combustibles fósiles. Quizá, y sólo quizá, la biomasa y los pellet puedan convertirse en algo parecido al oro negro que dio vida a esas tierras.