¿Puede la IA prevenir tiroteos en espacios públicos? La respuesta es sí: investigadores de la Universidad de Castilla La Mancha y la Universidad de Sevilla acaban de desarrollar una herramienta que, mediante inteligencia artificial, detecta la presencia de personas armadas en cualquier lugar. La herramienta se llama DISARM.

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¿Cómo lo consiguen?

Lo explican Óscar Deniz y Juan Antonio Álvarez, responsables del proyecto Visilab, que así se denomina la iniciativa. En sí, todo parte de un circuito cerrado de televisión que registra imágenes que se ponen a disposición de una aplicación de IA capaz de analizar las posturas y los gestos de las personas que aparecen en ellas y detectar si están armadas. Emplean, por supuesto, modelos de deep learning y registros de tiroteos en lugares públicos a partir de los que el sistema obtiene elementos de comparación con las imágenes captadas en tiempo real. Así, la herramienta puede identificar con precisión a las personas que puedan constituir una amenaza en un espacio concreto. En sí, no es más que el mismo sistema que ya emplean muchos supermercados para identificar a personas que, por sus gestos y actitudes, parece que van a cometer un hurto.   

¿Puede fallar el sistema?

Por supuesto, sí. De momento, Minority Report es sólo una película y detectar un ilícito antes de que se produzca es más que difícil. Con todo, y aún con el riesgo de falsas alarmas, la herramienta cuenta ya hasta con fondos europeos para su desarrollo. El equipo responsable indica que dispone de “bases complejas de datos” que permiten “entrenar a los modelos de manera precisa y fiable de cara a que este sistema sea infalible”. Con todo, nadie explica aún qué sucederá si alguien, queriendo o sin querer hace un gesto poco convencional que se asemeje a alguno de los registrados en la base de datos del sistema. De todos modos, con que sirva para salvar una sola vida, parece que merece la pena correr el riesgo de ver a un falso culpable en apuros. No obstante, y visto que la presunción de inocencia aún es un derecho, quien decida usar este tipo de herramientas debería ir preparando ya un fondo para indemnizaciones.