Entre las principales empresas de telecomunicaciones de Estados Unidos encontramos Comcast Xfinity, Charter Communications y Cox Communications. Esta última es la tercera mayor proveedora de televisión por cable del país norteamericano, dando servicio a cerca de 6,5 millones de clientes residenciales y comerciales en 18 estados.

Cox Communications ofrece servicios de Internet de alta velocidad por fibra óptica y cable coaxial, así como televisión digital mediante paquetes de canales y servicios de streaming, telefonía fija y móvil y seguridad y automatización del hogar, entre otros. Este mismo mes de mayo de 2025 se fusionó con Charter Communications en una operación valorada en 34.500 millones de dólares.

Esta empresa ha estado envuelta en una importante controversia legal relacionada con la piratería digital, enfrentándose a demandas por parte de la industria musical por no tomar medidas adecuadas contra la infracción de derechos de autor cometida por los usuarios de sus servicios. Donald Trump asegura que los servicios de Internet no deberían verse obligados a expulsar a los presuntos piratas informáticos

¿Son los proveedores de Internet responsables de lo que hagan los usuarios en la red?

La administración Trump ha respaldado a la empresa Cox Communications en la polémica batalla que podría determinar si los servicios de Internet deberían verse obligados a desconectar a los usuarios acusados de piratería. Mientras que Cox afirma que los proveedores de servicios de Internet no deberían tener que cancelar contratos con clientes basándose en acusaciones sin fundamento por infracciones de derechos de autor, ha pedido al Tribunal Supremo que revise la victoria de Sony en la demanda.

El tribunal solicitó al procurador general de Estados Unidos, John Sauer, que presentara un escrito expresando la opinión del gobierno de Estados Unidos. El escrito comenta que la Corte Suprema “debería conceder certiorari (mecanismo legal que permite a un tribunal superior revisar una decisión de un tribunal inferior u organismo gubernamental) para abordar la primera cuestión presentada en la petición de Cox: si un ISP contribuye materialmente a la violación de derechos de autor al continuar brindando acceso a Internet a suscriptores particulares después de recibir notificación de que se ha producido una violación de derechos de autor en sus cuentas”.

El año pasado, el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Cuarto Circuito anuló una indemnización por daños y perjuicios de mil millones de dólares que Cox habría tenido que pagar, al determinar que no obtuvo un beneficio económico directo de la infracción de derechos de autor por parte de sus suscriptores.

Sin embargo, el tribunal de apelaciones confirmó la decisión del jurado de que Cox era culpable de infracción contributiva deliberada, lo que aumenta la probabilidad de que los proveedores de servicios de Internet (ISP) tengan que cancelar los contratos con clientes acusados de piratería para evitar responsabilidades.

Sony no está satisfecha con el fallo del Cuarto Circuito, ya que anuló la indemnización de mil millones de dólares y la determinación de infracción indirecta. Argumentó que Cox se benefició de la infracción al no cancelar los suscriptores infractores y que el fallo “elimina una herramienta especialmente importante en la era digital , donde perseguir a los infractores directos es, en el mejor de los casos, poco práctico e, incluso, imposible”.