Si existe algún deporte en el mundo que sea considerado “cosa de ricos”, ese es el golf. Puede que no genere tanto interés como otros más dinámicos, véase el fútbol o baloncesto, pero lleva manteniendo su estatus de deporte de élite desde hace décadas en muchos países. Y es que el golf no es el deporte más accesible por varios motivos, entre ellos el económico.

Muchos clubes de golf son privados. Para ser socio, hay que desembolsar miles de euros al año. Incluso en los campos públicos, jugar una ronda suele salir bastante más caro que alquilar una pista de tenis o cancha de baloncesto, y la razón es simple: los campos de golf requieren un mantenimiento intensivo (riego, podas, fertilización y personal especializado para su cuidado), lo que provoca que las tarifas sean muy altas.

A todo eso hay que sumar el equipamiento. Los palos, bolsas, bolas, guantes y zapatos cuestan un buen dinero que, fácilmente, puede ascender al sueldo medio mensual de ciertos países. Por todos estos motivos, el golf se asocia a ejecutivos, políticos y celebridades (el cine también ha hecho mucho daño). Sin ir más lejos, Donald Trump suele jugar, de modo que cuenta con un carrito a prueba de balas.

La pasión de Trump por el golf lo convierte en un objetivo más fácil

Hace unos días, Donald Trump fue visto jugando al golf en su resort de Escocia, en el campo Trump Turnberry, acompañado de una nueva incorporación a su equipo de seguridad: un vehículo utilitario Polaris Ranger X fuertemente blindado. Ya tiene apodo: Golf Force One. Según comentó un portavoz de la Casa Blanca a The War Zone, el vehículo es “parte de la flota presidencial de vehículos especiales”.

Hace cosa de 10 meses, hubo un intento de tiroteo en el club de golf de Trump en Florida, de modo que el Golf Force One respondería a esa necesidad de mayor seguridad mientras el presidente de los Estados Unidos de América practica dicho deporte junto a su familia, ya que el vehículo fue visto siguiendo tanto a Trump como a su hijo Eric.

El vehículo está fabricado por Polaris y, según se ha informado, modificado por una empresa anónima. Además de ser rápido, ofrece una muy buena protección balística. El modelo básico del Polaris Ranger X se vende por, aproximadamente, 20 mil dólares (17 mil euros al cambio), pero los kits de blindaje pueden aumentar considerablemente su precio.

La Administración de Servicios Generales de Estados Unidos ha comentado que la compañía Scaletta Armoring ofrece un kit de protección para UTV Ranger XP 1000 a un precio cercano a los 190 mil dólares. Este kit proporciona resistencia balística escalable según las necesidades del comprador o la misión. Los expertos aseguran que es adecuado para zonas abiertas y vulnerables, como pueden ser los campos de golf. Una fuente policial comentó a The Telegraph:

Si la amenaza es un bate de béisbol, se puede usar plexiglas. Si se trata de un rifle de francotirador, se necesita vidrio laminado antibalas

La afición de Trump por el golf lleva trayendo de cabeza al Servicio Secreto desde hace tiempo. Los campos de golf ofrecen pocos lugares para refugiarse, y el presidente de los Estados Unidos de América tiende a conducir su carrito lejos de los agentes cercanos. El nuevo Golf Force One ayudaría enormemente a protegerlo en caso de incidente.