La subida de los tipos de interés ha complicado sobremanera la siempre difícil tarea de comprar una vivienda pero, con todo, el mercado inmobiliario nacional mantiene cierto dinamismo. Las compras, eso sí, se producen casi siempre por una serie de factores que la compañía inmobiliaria Housell ha identificado en un estudio sobre el perfil de los potenciales compradores de viviendas en España a partir de datos recabados entre los usuarios de su app. Dicho estudio evidencia también a qué dificultades principales se enfrentan los compradores y qué urgencia tienen para completar el proceso de compra.

 

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Razones diversas

Las nuevas exigencias que les plantea un cambio en sus circunstancias vitales son el motivo que impulsa a un 24% de los encuestados a iniciar la búsqueda de una vivienda que adquirir. Otra razón, importante también, es el deseo de tener una vivienda en propiedad, que mueve el 18% de los procesos de compra que se activan o la preferencia por la compra frente al alquiler. De hecho, estas dos razones se complementan y, así, un 29% de los encuestados iniciaría un proceso de compra porque, en España, seguimos siendo (al menos aspiracionalmente) un país de propietarios.

El decalaje entre lo que se pide por lo que se quiere y lo que se puede gastar, principal dilema

Para un 44% de los encuestados, el principal problema que entraña el proceso de compra de una vivienda es la dificultad de encontrar una propiedad que se pueda pagar y que se adapte a las necesidades y deseos del o los compradores. La inmobiliaria intermediaria suele ser vista como un escollo por el 39% de los encuestados, ya que entienden que su participación incrementa costes. El 74 % de los compradores no tienen urgencia por comprar. La mayoría de los potenciales agentes señalan tener poca o ninguna prisa para adquirir su inmueble. 

La hipoteca, ahora, más difícil

El asesoramiento financiero y sobre hipotecas requieren actualmente de más servicios profesionales por parte de los potenciales compradores, aunque el 82 % de ellos reconoce no pagar por los servicios de asesoramiento. La consultoría financiera (28 %) e hipotecaria (32 %) son los puntos donde más se demanda ayuda, principalmente a entidades bancarias, inmobiliarias y conocidos.