Seguro que más de una vez has intentado cerrar un programa en Windows pero no lo has conseguido por mucho que hayas apretado una y otra vez la X de la esquina superior. En algunas de esas ocasiones habrás tenido suerte y Windows te habrá dicho que el programa no responde y te habrá ofrecido algunas opciones para cerrarlo o para finalizar ahora, o quizá te habrá idcho que tienes que esperar a que el programa responda, para finalmente acabar cerrándolo.
Otras veces, lo único que ves es un mensaje de No responde en la barra del programa y un apagón en pantalla completa, lo que deja muy claro que el programa no va a ir a cerrarse en el corto plazo. Lo peor de todo es que algunos programas que se congelan o bloquean lo hacen de una manera que ni siquiera su sistema operativo es capaz de detectar y así informar al usuario, lo que hace creer al ordenador que igual tiene un problema con los botones del ratón o con la pantalla táctil, si dispone de ella.
Independientemente de cuál sea el programa que no se cierra o qué tipo de situación concreta sea la que se esté presentando, hay varias formas de forzar el cierre de un programa en Windows. Estas son las tres principales y más habituales.
Teclado
Es la manera más simple de cerrar un programa y no requiere nada más que el teclado. Ideal para cuando con el ratón no consigues hacerlo, ya sea porque el programa se haya bloqueado o porque sencillamente el programa no se cierra. Haz clic con el ratón sobre el programa y acto seguido teclea la combinación Alt+F4. Si no señalas previamente el programa con el ratón, podrías causar que el ordenador se apagara completamente pero si lo has pulsado, no tienes nada que temer. El programa se cerrará y podrás seguir con normalidad utilizando el ordenador.
Administrador de tareas
A veces puede ocurrir que la opción de combinar Alt+F4 no te funcione, pero no pasa nada porque puedes probar otras opciones. Para esta segunda posibilidad tienes que entrar en el Administrador de Tareas. Puedes encontrarlo a través de la barra de búsqueda de Windows o tecleando la combinación Ctrl+Alt+Esc.
Una vez dentro, tienes que fijarte en la pestaña de Procesos, en la que aparecen todos los programas que están activos en ese momento en el ordenador. Coloca el ratón encima del que necesitas cerrar y haz clic con el botón derecho del ratón. Pulsa en la opción Finalizar tarea y, en principio, habrás terminado con tu quebradero de cabeza.
Mediante el Símbolo del Sistema
Si ninguna de las posibilidades anteriores te ha servido para cerrar ese programa que tanto se está resistiendo, te queda esta opción. Tienes que abrir el Símbolo del Sistema. Para hacerlo, puedes tratar de llegar a él a través de la barra de búsqueda o tecleando la combinación Win+X.
Cuando ya hayas entrado, vete hasta el final de la lista que verás en la pantalla y teclea el siguiente texto: “taskkill / im program_name.exe” para seguido pulsar el botón de Enter. Donde en el ejemplo anterior dice program_name, tendrás que sustituirlo por el nombre del programa en cuestión. Por ejemplo, si quieres cerrar Word, tendrás que teclear “taskkill / im word.exe”.