De momento afectaría sólo a Argentina y Brasil, que tendrían previsto anunciar en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que arranca en Buenos Aires este 24 de enero su intención de activar estudios previos para convertirla en realidad cuanto antes. Hablamos de la muchas veces planeada y nunca concretada (hasta la fecha) moneda única sudamericana.

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Iniciativa argentina

La semana pasada, el ministro de Economía argentino, Sergio Massa, comentaba al Financial Times que, en breve, va a iniciarse el estudio de los “parámetros necesarios para una moneda común”. Estos “parámetros” incluirían “cuestiones fiscales” y, también, roles definidos para los respectivos bancos centrales. Desde Brasil, el otro país teóricamente implicado en el proyecto, no hay por el momento confirmación específica, pero el planteamiento es que, una vez se active una moneda común para las dos principales economías de sudamericanas, se ofrezca al resto de países de la región participar en el proyecto. Cada país, adelanta Massa, “conservará su soberanía monetaria”, ya que la nueva moneda se utilizaría sólo para transacciones comerciales interestatales.

Ya hay nombre: Sur

La nueva moneda tendría, aparecer, incluso un nombre ya elegido: Sur. En una primera fase, funcionará en paralelo al peso argentino y el real brasileño y deben entenderse, explican desde Argentina, como “el primer paso de un largo camino a recorrer”. Personalidades como Elon Musk han manifestado ya su interés en la creación de una moneda de este tipo, pero analistas financieros de la zona como Crhistian Buteler recuerdan que, seguramente, existe ya una moneda común en la zona que funciona como refugio para los ahorradores de la región desde hace años: el dólar estadounidense. En caso de crearse y llegar a implicar a todos los países hispanoamericanos, el Sur representaría a un 5% del PIB mundial, una tercera parte de lo que representa hoy el euro e Hispanoamérica ganaría poder de interlocución ante el Fondo Monetario Internacional.