Mientras Toyota, BMW, Stellantis y el gobierno alemán y el italiano se preguntan sobre si, efectivamente y como parece pretenderse desde la UE, hay que empezar a pensar en olvidarnos de los motores de combustión y petroleras como Repsol y Cepsa se aprestan a desarrollar combustibles sintéticos, en la vasca Petronor son más claros: según José Ignacio Zudaire, presidente del Corredor Vasco del Hidrógeno, responsable de Recursos Humanos de Petronor y Presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, prohibir la venta de coches de combustión a partir de 2035 equivale “a pegarse un tiro en el pie”.

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En la jornada Euskadi hacia el futuro

Zudaire ha fomulat esta reflexión durante una mesa redonda que formaba parte de la jornada Euskadi hacia el futuro, celebrada este lunes 13 de marzo en Bilbao. Para el presidente del Corredor Vasco del Hidrógeno, un sistema energético sostenible tiene que ser “competitivo” y permitir a los ciudadanos “acceder a la energía como un servicio universal”. Por eso, concluye, “dopar a una tecnología para que sea la que llegue al final, no suele funcionar bien”.

Electrificar, sí pero prohibir, no

Zudaire considera que la electrificación es “un elemento básico” para la descarbonización, pero descarbonización y electrificación “no son la misma cosa”. Así, apunta que, si bien “para descarbonizarnos necesitamos la electrificación, es condición necesaria pero no suficiente. Creemos que hay otra serie de tecnologías como, por ejemplo, todos los combustibles líquidos descarbonizados que son imprescindibles para esa descarbonización”, añade. Por tanto, concluye, el planteamiento de prohibir la venta de motores de combustión para 2035 es una mala idea: “no se empieza bien”, si se prohíbe “para desarrollar cosas. El vehículo eléctrico tiene su parte, pero no hace falta prohibir. Es pegarse un tiro en el pie” porque el dominio de la industria europea “siempre ha sido el motor de combustión”. El futuro, concluye, incluye al hidrógeno, pero hay un problema de competitividad por su precio.