Así lo indica la Encuesta de Salud de Catalunya: 85.000 personas declaran a Catalunya sufrir trastornos alimentarios. La mayor parte de ellas, explican desde el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya son mujeres adolescentes y jóvenes desde los 12 y hasta los 25 años.

Plan de choque

A consecuencia de estos datos, el Departamento de Salud ha informado de su voluntad de activar un plan de choque para mejorar la atención y la prevención, especialmente entre la juventud con medidas de aplicación inmediata. El plan contempla destinar a más profesionales referentes para los casos leves y más plazas de atención hospitalaria exclusivas, que pasarán de las 30 actuales a 115 de aquí a 2025

¿Cuál es el tratamiento?

Los trastornos de la conducta alimentaria se abordan desde la perspectiva de la atención a la salud mental. Según la gravedad, su tratamiento puede ser ambulatorio o en hospitales de día. En situaciones de riesgo, puede requerir hospitalización.

En casos leves, se hace una primera visita preferente a los 15 días y, a continuación, se programan sesiones de atención psicoterapéutica cada 15 días durante los primeros tres o cuatro meses además de supervisión nutricional y atención familiar.

Con respecto a los casos moderados, se activan programas terapéuticos con seguimiento psiquiátrico y atención psicológica. Igualmente, se analizan los'hábitos alimentarios, la percepción de la imagen corporal y las distorsiones cognitivas y se aplican medidas de regulación emocional. La atención se presta de manera individual al paciente y también mediante dinámicas de grupo e intervenciones específicas al entorno familiar. Por último, para los casos graves se han activado tres unidades de pericia en Lleida, Catalunya Central y Alto Pirineo y Arán y se presta también atención a domicilio.

anorexia
 

Tomar conciencia de la enfermedad

Los trastornos de la conducta alimentaria son alteraciones en la forma de pensar y comportarse en relación con la alimentación, el peso o la figura. Hay factores de riesgo individuales, sociales y familiares.

Es frecuente que las personas que lo sufren no tengan conciencia. Eso quiere decir que normalizan conductas anómalas y pueden rechazar el tratamiento.

Qué hacer en caso de sospecha

En caso de sospecha, se recomienda contactar con el médico de familia, pediatra o psiquiatra. Este tipo de problemas, explica a la Generalitat, tienen que ser atendidos por un especialista, aunque en el proceso de recuperación es muy importante la implicación de la familia y el entorno.