Lo indica una encuesta de BabySleepSolutions, empresa especialista en sueño infantil, realizada entre más de 300 familias españolas: un 57% de ellas admite que es muy difícil para los más pequeños adaptar sus hábitos de sueño a la vuelta al colegio después de las vacaciones. Además, el 54% de las familias admite que tras el periodo vacacional el sueño de los hijos ha empeorado.

Distintas necesidades
Niños y adolescentes tienen necesidades de sueño distintas y, así, los niños de edad escolar (de 6 a 13 años) necesitan entre 9 y 11 horas de sueño y los adolescentes (de 14 a 17), entre 8 y 10. Los niños de entre 3 y 5 años precisan de 10 a 13 horas diarias. Al 63% de las familias consultadas les preocupa la vuelta a la rutina y los horarios regulares.
¿Cómo ayudar a los más jóvenes a dormir mejor?
Lo primero, evitando cenas copiosas y espaciándolas, al menos, tres horas del momento de ir a la cama. Tampoco es conveniente usar dispositivos tecnológicos con pantallas de luz azul antes de ir a dormir y, por supuesto, dormir en habitaciones frescas, tranquilas y oscuras siempre es buena idea. Conviene, además, limitar la siestasiesta en adolescentes y promover el ejercicio físico y el tiempo al aire libre.