Los tripulantes de cabina dan inicio este lunes, 8 de agosto, a una huelga de Ryanair que se alargará cinco meses, hasta el 7 de enero de 2023. Estas paradas serán de 24 horas y se alargarán del lunes al jueves, dejando libre los fines de semana, si no hay ningún tipo de acercamiento entre la empresa y los sindicatos convocantes, USO y Sitcpla. Esta larga convocatoria viene precedida de otras jornadas de paradas entre finales de junio y durante el mes de julio, que tuvieron como resultado decenas de vuelos cancelados sin ninguna alternativa para los pasajeros y centenares de horas de retraso. De momento, en estas primeras horas de paro, ya se han cancelado ocho 8 vuelos con destino u origen en el aeropuerto del Prat: Menorca, Londres, Roma y Milán. 

Según ha señalado en las últimas horas la secretaria general de USO-Ryanair, Lídia Arasanz, en las puertas de una huelga que se tiene que alargar hasta cinco meses, "las conversaciones están completamente rotas. Ryanair no quiere reanudar las negociaciones para pactar un nuevo convenio colectivo que se aplique a todos los tripulantes de cabina". Ante estas malas perspectivas en una convocatoria de huelga muy extensa, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha fijado unos servicios mínimos de entre el 34% y el 81% al aeropuerto del Prat, pero que llegan al 85% en otros aeródromos. En el caso de Barcelona, los vuelos más protegidos ante posibles cancelaciones son los domésticos, especialmente aquellos que conectan la capital catalana con las Illes Balears y las Canarias.

Ryanair asegura que habrá poca afectación

"La empresa dice que no ha afectado para nada y eso es totalmente falso y muy feo para los centenares de pasajeros perjudicados por las cancelaciones y los retrasos", ha avisado la secretaria general de USO-Ryanair, que denuncia igualmente las prácticas "maliciosas e ilegales" de la compañía irlandesa con "despidos injustificados y coacciones". "Seguimos a la espera de que Ryanair se ponga en contacto con nosotros, pero lo único que recibimos son cartas amenazadoras hacia el comité de huelga y delegados sindicales", ha constatado Arasanz, que no cierra, pero la puerta a una reunión con la dirección de la aerolínea irlandesa.

Por su parte, Ryanair ya ha valorado esta nueva convocatoria de huelga de los tripulantes de cabina hasta el 7 de enero y ha asegurado que prevé una "afectación mínima" en la operativa de los próximos cinco meses. La compañía presidida por Michael O'Leary ha asegurado que los paros de junio y julio han tenido un apoyo "escaso" de los trabajadores y ha recordado que menos del 1% de los 3.000 vuelos diarios que opera por toda Europa se han visto perjudicados por la huelga.