La Audiencia de Girona ha condenado Edal Adalil González Amador, un vecino de Girona que violó repetidamente a su hijastra de doce años entre 2007 y 2008 y la dejó embarazada, a catorce años, tres meses y un día de prisión.

La fiscal solicitó en la vista oral que se celebró a mediados de noviembre una pena de siete meses superior por un delito continuado de agresión sexual con el agravante de parentesco y superioridad, mientras que la defensa reclamó la absolución. Ahora, la sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Girona, de la cual ha estado ponente la magistrada Sonia Losada, condena a este hondureño como autor de un delito continuado de abusos sexuales a una menor de trece años.

El escrito considera probado que, en noviembre de 2006, la niña, de once años, llegó de Honduras para convivir con su madre y la pareja de esta al domicilio familiar, que compartían desde 2005. Al cabo de poco tiempo, el acusado empezó tocamientos que la menor explicó a su madre y, al tener conocimiento de ello, inició la serie de violaciones bajo amenazas.

Las agresiones se repetían varias veces a la semana mientras la madre trabajaba y cesaron en 2008, poco después de que una hermana mayor de la víctima llegara de Honduras y fuera a vivir al mismo piso. La hermana detectó que alguna cosa pasaba y, después de insistir dos semanas, la menor le confesó los hechos, que le fueron comunicados a la madre, que echó al marido pero optó por no denunciar para evitar que se estigmatizara a la niña.

El mes de marzo de aquel año, descubrieron que la víctima, que tenía trece años, estaba embarazada y ésta abortó, un hecho que según la magistrada le ha generado "un daño psicológico que ha influido en su desarrollo", además de "una tensión afectiva negativa" hacia su progenitora por no haber denunciado lo sucedido.

Años después, en abril de 2015, cuando la actual pareja de la chica se encontró al padrastro una noche le pegó una paliza por la que fue detenido. Al ser interrogado por los Mossos, el joven les explicó que el hombre a quién había pegado había violado repetidamente a su novia de pequeña, por lo que los agentes llamaron a declarar a la víctima, que confirmó los hechos.

Además de la pena de prisión, la sentencia condena al procesado a indemnizar a la joven, que mañana hace veintidós años, con 30.000 euros.