¿Por qué viajamos? ¿Cómo escogemos nuestros viajes? ¿Hacemos varias escapadas durante el año o un gran viaje en una época del año concreta? ¿Qué buscamos cuando viajamos? "Viajamos porque tenemos una necesidad de viajar", comenta Jordi Ficapal, antropólogo y director pedagógico y de innovación de la facultad de Turismo y Dirección Hotelera Sant Ignasi de la Universitat Ramon Llull. "Una vez hemos decidido que queremos viajar y satisfacer esta necesidad, lo que buscamos es la inspiración". Y esta motivación también incluye la estética, que viene determinada por necesidades de aprendizaje o, incluso, el poder sacarnos una gran fotografía en el lugar donde vamos.
Pero según detalla el experto, nuestra principal fuente de inspiración son otras personas que viajan, o sea, amigos o conocidos que han ido a un lugar y nos han explicado la experiencia. De esta forma, expone que un 60% de las decisiones vienen por haber hablado con personas próximas. Pero no solamente. Las redes sociales también nos inspiran para viajar. Con respecto a las revistas de viajes o folletos, cada vez las tenemos menos en cuenta, pero todavía nos inspiran en un 25% de las decisiones.
Cuando ya hemos encontrado la inspiración necesaria y hemos decidido que haremos el viaje, toca planificar. "Durante la planificación del viaje, dedicamos mucho tiempo a mirar y remirar qué opciones tenemos, y con qué invertiremos nuestro tiempo durante el viaje", comenta Ficapal. Así, buscamos, comparamos, nos inspiramos —de nuevo— y, finalmente, compramos.
Ahora bien, cuando ya tenemos el viaje, no dejamos de planear. De hecho, seguimos pensando. "El 30% de los viajeros planifica con antelación", asegura.
Pero también hay una parte importante que cada vez coge más peso en nuestros viajes y es la de compartir la experiencia. "Forma parte de las generaciones más jóvenes, que quieren compartir la experiencia en tiempo real. Qué estoy haciendo, dónde lo estoy haciendo y con quién lo estoy haciendo", y destaca que hay una gran parte de narcisismo. "Paso un gran momento y se lo cuento a todo el mundo. Registro una experiencia y la comparto en las redes". A pesar de todo, recuerda que "las generaciones mayores lo que hacían era cenar al lado de un proyector y compartir las experiencias y las fotografías. Se ha hecho un gran viaje y después llega el momento del postviaje".
¿Y si viajamos en pareja?
"Viajar también significa tomar decisiones, y por lo tanto, si se viaja en pareja, incluye las necesidades de dos personas. Por lo tanto, se constituye un periodo de negociaciones", recuerda Ficapal. "Lo que busca uno puede ser diferente de lo que busca el otro". Así, expone que ellas tienen más curiosidad por ir a lugares más lejanos, por ejemplo. Un 81% de las mujeres quieren irse lejos de casa, ante el 73% de los hombres. Y un 83% de las mujeres busca relajarse en un viaje, mientras que en los hombres este porcentaje es de un 77%.
Según el experto, estos datos podrían explicarse con la carga doméstica que todavía tiene un impacto superior en las mujeres. Ellas también tienen un deseo más elevado para buscar nuevas experiencias, con un 69%. Los hombres, sin embargo, tienen una motivación más alta que las mujeres a la hora de buscar actividades deportivas durante las vacaciones.
¿Con o sin hijos?
Los viajes con hijos incluyen un aspecto diferente en la negociación. Pero cuando se viaja con hijos, Ficapal insiste en que la edad de estos tiene mucho que ver con la decisión final, ya que "determina el tipo de vacaciones". Algunos estudios ya confirman que un 95% de las parejas implican a los hijos en la toma de decisión. Y hasta un 17% dejan decidir las vacaciones a sus hijos.
"Cada vez tendemos más a fraccionar los viajes: viajes familiares, en pareja, con amigos o, incluso, solos", remarca. "Hacemos más viajes, y más cortos y accesibles". Ahora bien, esta moda, subraya Ficapal, es muy europea. "Seguimos haciendo el típico viaje de verano, pero hacer el 'gran viaje' ha perdido terreno, y el de ir haciendo escapadas cortas va ganando adeptos".