La compañía ferroviaria Renfe ha denunciado hoy que los actos de vandalismo y los grafitis en los trenes de cercanías en Catalunya le costaron 10,7 millones de euros el año pasado y causaron retrasos en los trenes que afectaron cerca de un millón de pasajeros.

En un comunicado, Renfe ha informado hoy de que el año pasado tuvo que gastarse 6,7 millones de euros para limpiar los más de 85.000 metros cuadrados de cerca de 6.000 grafitis en trenes de cercanías.

Además, la compañía también tuvo que destinar cuatro millones de euros a reparar los efectos de actos vandálicos como la rotura de cristales, vaciado de extintores, rotura de mobiliario, uso indebido de aparatos de alarma y el atropello de objetos colocados indebidamente en las vías o el lanzamiento de piedras contra los convoy, cosa que al lado de la alteración de orden público causó retrasos que afectaron 927.000 viajeros.

Paralelamente, Renfe, que el año pasado tramitó 2.123 denuncias por actos vandálicos, agresiones o fraudes, invirtió en el 2017 un total de 13,8 millones de euros en materia de seguridad, en un departamento con 550 vigilantes.