El caso de Vicenç Navarro, el catedrático de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) acusado de acoso laboral, ha desencadenado una avalancha de reacciones y medidas para aclarar los hechos y tratar de evitar que se repitan. En este contexto, la Universidad Pompeu Fabra ha abierto una revisión de oficio para examinar el expediente disciplinario que se abrió al ex catedrático de ciencias políticas Vicenç Navarro por acoso psicológico y laboral. Esta revisión, que se ha iniciado a petición de la rectora de la universidad, tiene como objetivo examinar los hechos y atender a las personas afectadas, en línea con el protocolo contra la violencia psicológica en el trabajo de la UPF.

El comunicado de la universidad subraya que Navarro no tiene ninguna vinculación laboral ni académica con la UPF desde el 2018 ni con el centro adscrito UPF-BSM desde el 2021. Hasta el 2021, el departamento de recursos humanos del centro no había recibido quejas formales sobre Navarro, a pesar de haber encontrado un documento informal del 2018 que atribuía un "trato despótico" al catedrático. En 2021, se recibió una denuncia formal de acoso laboral por parte de Navarro, cosa que comportó la apertura de un expediente en febrero. El expediente concluyó que había habido "maltrato de palabra y obra" por parte del catedrático y "abuso de autoridad, encargando trabajos privados y domésticos en horario laboral." El 31 de mayo de aquel año Navarro presentó su jubilación después de conocer que el centro había decidido discontinuar su relación laboral como resultado de la investigación abierta por el centro.

Desde el mes de marzo, el equipo rectoral de la UPF está trabajando en un proceso de revisión de los mecanismos y procedimientos para canalizar y resolver casos que puedan afectar al bienestar de las personas. Así, entre las mejoras que se están analizando, está la revisión del sistema de instrucción de expedientes informativos y disciplinarios, la puesta en marcha de una campaña informativa de prevención y formación en materia de acoso y abuso de poder, así como potenciar la difusión de los diversos canales habilitados para presentar quejas y denuncias, y facilitar el acceso. También se estudia recurrir al asesoramiento externo en alguna parte del procedimiento de denuncias, a fin de que las personas implicadas puedan contar con un acompañamiento jurídico y psicológico independiente.

El Gobierno considera el caso "radicalmente condenable"

El Departament d'Investigació i Universitats ha expresado su condena "radical" por el caso de "acoso" que fue suscitado por investigaciones periodísticas y otros casos similares que se han hecho públicos recientemente. El ejecutivo catalán pide ser "contundente y fulminante" a la hora de resolver estas situaciones y exige la "máxima exigencia" para eso. Respeto al caso del catedrático Vicenç Navarro, el Departamento ha elogiado la respuesta de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), que ha emprendido varias acciones no solo en este caso, sino también en otros.

Con relación a los últimos casos de acoso que afectan diferentes universidades, el Departamento está en contacto con los equipos de gobierno de las universidades para hacer seguimiento hasta la resolución de los casos. El Departamento también recuerda que ha elaborado, junto con el Departamento de Igualdad y Feminismos, un protocolo guía que sirve como pauta y orientación para abordar este tipo de situaciones. Este protocolo establece estándares para las intervenciones para prevenir y reparar estas situaciones con diligencia debida.