La campaña 'La universitat, en català!'', impulsada por Plataforma per la Llengua (PxL), el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC), la Federació Nacional d'Estudiants de Catalunya (FNEC) y el Bloc d'Estudiants Agermanats (BEA), ha recibido 88 quejas por discriminaciones lingüísticas en la universidad en el curso 2022-2023. Según ha informado PxL, 41 quejas han sido porque una asignatura que se tenía que impartir en catalán finalmente se impartió en otro idioma (el 46,6% del total), 29 por la falta de oferta de asignaturas en catalán (32,9%) y 18 por la vulneración de otros derechos lingüísticos (20,5% del total). La entidad destaca que ha conseguido que la Universitat Autònoma de Barcelona devuelva el dinero a una estudiante de Suiza que quería hacer un posgrado en catalán para practicar la lengua, porque le dijeron que lo harían todo en castellano por la presencia "de estudiantes internacionales".

La mayoría de quejas se presentaron en el primer cuatrimestre, cuando la entidad registró 56, mientras que en la segunda mitad del curso han llegado 32 más. En total, 88 quejas que representan una disminución con respecto a las 333 registradas el primer curso en que se puso en marcha la campaña, en el 2021. La entidad señala que este descenso se debe al hecho de que muchos alumnos se quejan a sus universidades directamente y, por lo tanto, no dejan constancia de las quejas en el portal de la campaña, hecho que considera positivo porque significa que "las universidades han creado los procedimientos oficiales necesarios para tratar las vulneraciones lingüísticas y resolverlas internamente".

Plataforma per la Llengua ha explicado algunos de los casos más destacados de estas vulneraciones. Así, entre las quejas por falta de oferta formativa en catalán, un estudiante ha denunciado "la abrumadora mayoría de asignaturas en castellano" en la Escola Universitària Mediterrani, centro adscrito a la Universitat de Girona. Con respecto a la vulneración de otros derechos lingüísticos, la entidad ha recibido quejas de alumnos que denuncian que les han rechazado alguna solicitud de preinscripción a un máster de la Universitat de Barcelona (UB) por el hecho de ser en catalán.

El caso más relevante en este curso 2022-2023 ha sido el de una estudiante suiza que quería cursar un posgrado en catalán para practicar la lengua, pero se encontró con que lo impartirían en castellano precisamente porque "había estudiantes internacionales", una situación que se da a menudo cuando hay alumnos de intercambio. Plataforma per la Llengua explica que de entrada, la UAB se negaba a devolver el dinero a la estudiante, pero que a través de un proceso de mediación con la participación de la misma entidad y la comisionada del rector para la Política Lingüística, Laura Santamaria, "los responsables del posgrado acabaron devolviendo el dinero a la alumna afectada", y la UAB asumió que Wcasos como este no se pueden repetirW.

Quejas universidades catala 2022 2023
Quejas en las universidades por discriminación lingüística el curso 2022-2023 / Plataforma por|para la Lengua

La iniciativa informa de la evolución de la situación del catalán en las universidades de Catalunya, las Illes Balears y el País Valencià. Como ya ha sucedido en informes previos, la mayoría de denuncias se han registrado en Catalunya, donde la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y la Universitat de Barcelona (UB) han encabezado la clasificación con 17, 15 y 13 quejas respectivamente. A continuación, la Universitat Pompeu Fabra (UPF), ha registrado 8 quejas, y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), 6 y la Universitat de Girona (UdG), 3. Aparte de estas, en Catalunya se han presentado 10 quejas más a otras universidades más.

En el País Valencià, la Universitat Jaume I (UJI) ha recibido 4 quejas, seguimiento de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), con 3 y las universidades de Alicante y de Valencia, con 2 cada una. Finalmente, en las Islas Baleares, se han registrado 5 quejas en la Universitat de les Illes Balears (UIB). Con todo, la entidad recuerda que "la diferencia entre el número de quejas no es representativa de la situación lingüística de cada universidad, sino que se explica po la dimensión de la institución, por la diferente sensibilización de los estudiantes y por el grado de conocimiento de la campaña".