La nieve y la montaña serán las protagonistas de este puente de la Purísima. Los catalanes llenarán hostales rurales y pistas de esquí, en contraste con los de Barcelona, ciudad que tendrá gran afluencia de compradores, según informa Efe.

Después de un 2020 duro, el sector turístico se ha mostrado optimista con el 2021 y este puente de la Purísima no es una excepción. El optimismo, sin embargo, va acompañado de "precaución", a causa de la incertidumbre que vuelve a generar el repunte de la covid-19 en Europa y, especialmente, la nueva variante ómicron.

Un buen inicio

A pesar del contexto epidemiológico cada vez más complejo la temporada turística de invierno empieza con muy buen pie. "No se recuerda un inicio de temporada tan buena como la de este año", ha explicado Joaquim Alsina, de la Asociación Catalana de Estaciones de Montaña (ACEM). Eso se debe sobre todo a la calidad de la nieve de este año, que unida a las ganas de esquiar, ha llenado de reservas los hoteles del Pirineu.

Según el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau, los hoteles del Pirineo registran una ocupación del 90%, que llega al 100% en los hoteles más próximos a las pistas. Una situación similar se está viviendo en las casas rurales, según ha declarado Montse Coberó, de la Confederación del Turismo Rural y Agroturismo de Catalunya (Turalcat).

Las casas rurales no solo vivirán un momento dulce durante el inicio de la temporada. A estas alturas las reservas para Fin de Año están al 100%, aunque no se descartan cancelaciones de última hora porque algunas personas tienen que hacer cuarentena.

Ocupación relativa a la costa

A pesar de no ser su mejor temporada del año, los establecimientos costeros también presentan unas cifras nada despreciables de ocupación de cara al puente. Los establecimientos abiertos a la Costa Brava centro, aproximadamente el 50%, también tendrán una buena ocupación estos días de puente, que rondará el 80%, según ha indicado a la gerente de la Unión de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Costa Brava Centro, Judith Lloberol, aunque la cifra puede variar por las reservas de última hora.

La excepción es Barcelona, que a pesar de contar como ciudad costera no atrae a muchos turistas locales por este puente. No es una novedad que haya acarreado la pandemia. La capital catalana nunca ha sido un centro de interés para los turistas locales durante el puente de la Purísima.

Es por este motivo que los hostaleros de la ciudad condal son de los pocos que no se muestran optimistas de cara al puente. Desde el Gremio de Hoteles de Barcelona no son muy positivos y esperan una ocupación de entre el 45 y el 50%, teniendo en cuenta que el 29% de los hoteles de la ciudad siguen cerrados a consecuencia de la crisis generada por la pandemia.

 

Imagen principal: Dos personas en un telesilla preparadas para esquiar / ACN