Casi dos meses después de que agentes de la policía española tomaran posiciones en el Palau de Justícia para compartir con los Mossos d'Esquadra las competencias de seguridad en la sede del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, este jueves se ha devuelto a la policía catalana la exclusividad en la materia.

El pasado 9 de octubre, un día antes de que Puigdemont declarara la independencia de Catalunya para suspenderla acto seguido, el presidente del Tribunal Superior de Justícia (TSJC), Jesús María Barrientos, pidió al jefe de la Policía Nacional en Catalunya que sumara sus agentes a los que ya había de los Mossos en el Palau de Justícia.

Además, la presencia de agentes del Cuerpo Nacional de Policía en el Palau de Justícia comportaba que serían los mandos de este cuerpo y no los de los Mossos los que dirigirían las tareas de seguridad, poniendo los agentes de la policía catalana destacados en el edificio a las órdenes de la policía española.

Con el retorno a la exclusividad, el CNP tendrá que dejar de formar parte de los servicios de vigilancia. Con todo, y en aplicación del artículo 155 de la Constitución española que ha laminado el autogobierno catalán, en última instancia los Mossos están bajo las órdenes del ministro español del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Sin riesgo de "alteración de la legalidad"

En el acuerdo publicado, el presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, defiende que la decisión se toma ante "la pérdida de vigencia de las razones que llevaron a la adopción de aquellas medidas de seguridad, y el nivel de contención actual de los riesgos de alteración de la legalidad constitucional y de afectación del servicio público".

Por eso, se reclama "volver al ordinariedad" por lo que hace la vigilancia del Palacio de Justicia y dejarla en manos de los Mossos que la "habían venido realizando de manera eficaz".