El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha denegado la apertura del ocio nocturno en Nochevieja, como le solicitaron el lunes la Federació Catalana de Locals d'Oci Nocturn (Fecalon), junto con 55 asociaciones y gremios de restauración, y, por otra parte, la Federació Catalana d'Activitats de Restauració i Musicals (Fecasarm). Las dos federaciones presentaron dos recursos contenciosos-administrativos contra el cierre del ocio nocturno y la reducción de aforo a la restauración decretados por la Generalitat para luchar contra la covid-19, que no requieren el aval judicial porque no afecta derechos fundamentales. El tribunal  ahora les deniega la medida de forma cautelarísima porque no considera que sea tan urgente para no dar voz a la Generalitat,  a la cual emplaza para que defienda sus restricciones y presente el escrito hasta el 4 de enero.

En la resolución, la sección tercera de la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC, en su ponderación de derechos y análisis del conflicto considera “preponderante el interés general de la protección de la salud pública”. Además, considera que hay que escuchar al Departament de Salut sobre la petición de la patronal porque el tribunal suspenda las restricciones recogidas en la resolución del 23 de diciembre pasado.

Reacción

El portavoz jurídico de Fecalon, el abogado Fernando Martínez, destaca “los graves y consolidados perjuicios” de los sectores afectados, como la restauración y el ocio nocturno, además de anunciar “los graves problemas de convivencia por las celebraciones y fiestas ilegales y botellones, que harán más ineficaces las medidas recorridas”. Fecalon añade que la variante òmicron “se tiene que luchar como una enfermedad común más”, como la gripe, “pero no justifica el cierre de los sectores empresariales como el del ocio nocturno”.

En los escritos, las entidades piden la nulidad de pleno derecho o al menos la suspensión cautelar urgente de todas las medidas restrictivas, incluidas el toque de queda nocturno y la limitación de las reuniones, ya que las entidades ven inconstitucional que una comunidad autónoma restrinja derechos para contener la pandemia. El Govern aprobó las restricciones la semana pasada para intentar parar el elevado volumen de contagios de la sexta ola.

La principal petición de Fecalon es poder reabrir las discotecas al menos en Nochevieja, una de las noches más importantes con respecto a su negocio, y que se pueda circular el día 1. Con esta medida, las entidades del ocio nocturno aseguran que también se puede reducir el número de botellones, que se espera que sea masivo para celebrar la entrada del 2022. En concreto, la Federació Catalana d'Associacions d'Activitats de Restauració i Musicals (Fecasarm) prevé más de 1.500 botellones y fiestas ilegales en Nochevieja a causa de las restricciones y el colapso de los servicios policiales y de emergencias.

 

Peticiones

El secretario general y portavoz de Fecalon, el abogado Fernando Martínez, ha sido el responsable de la coordinación jurídica de este nuevo recurso a la sala tercera de lo contencioso-administrativo del TSJC, a la cual también se han añadido 55 asociaciones del sector, como los gremios de restauración y asociaciones de DJ. En concreto, Fecalon solicita que se suspenda el cierre de las actividades recreativas musicales, salas de conciertos y cafés teatros y de conciertos a las 00.30 horas, a excepción de las poblaciones donde exista el toque de queda. Y que se deje sin efecto la limitación del aforo de las actividades de hostelería y de restauración al 50%, o subsidiariamente que la reducción sea únicamente al 75% del aforo. También se solicita que se levante la suspensión total de las actividades de los locales de karaoke, bares musicales y locales donde no hay pistas de baile. Y finalmente, se pide que a todos estos locales del ocio nocturno se los permita abrir el 1 de enero, y su desplazamiento, exhibiendo la entrada.

El TSJC aprobó el toque de queda, de una a seis de la mañana, hasta el 7 de enero con poblaciones de más de 10.000 habitantes con un índice superior a los 250 casos por 100.000 habitantes, y algunos municipios, de su alrededor. También validó el límite de reuniones a diez personas en el ámbito público y privado. Además, mantiene el uso del pasaporte covid-19.

 

Foto principal: Un trabajador en un local nocturno / ACN