El RACC ha presentado este lunes, 18 de diciembre, una nueva edición, la 22ª, del estudio de evaluación de las carreteras de Catalunya EuroRAP, que sirve para analizar la accidentalidad en la red vial catalana. Este estudio, que se hace en colaboración con el Govern, analiza el volumen de vehículos que circulan por las carreteras de Catalunya con el número de accidentes graves y mortales que se registran, y sirve para detectar las zonas más peligrosas de una red vial catalana que supera los 6.300 kilómetros en sus tramos interurbanos.

El estudio del RACC vuelve a situar la carretera de la Arrabassada, la BP-1417, entre Barcelona, desde la B-20, y hasta Sant Cugat del Vallès, a la BV-1462, como el tramo más peligroso de la red vial catalana. En los poco más de once kilómetros tienen un riesgo "muy alto", según la media anual de accidentes con muertos y heridos graves que se han registrado en el último trienio, entre 2020 y 2022, que es con los datos que se ha hecho el estudio, para tener información con más fondo que solo las del último año. También tienen un riesgo "muy alto" las carreteras B-502 entre Vilassar de Dalt y Argentona y la BV-5001 entre Martorelles y Vilanova del Vallès.

Riesgo "alto" y "muy alto" en carreteras de todo el país

La primera, la B-502, el año pasado no salía en este ranking de carreteras más complicadas. La GI-641, entre Torroella de Montgrí y el Estartit, durante cinco kilómetros, es la carretera más complicada de la demarcación de Girona, con un riesgo "alto" de accidentalidad. La carretera TP-7225, entre Reus y el Morell, también tiene un riesgo "alto" y es la más peligrosa del Campo de Tarragona y de las Tierras del Ebro. En Lleida, la carretera más peligrosa es la C-13, entre Lleida y la Sentiu de Sió, durante casi 26 kilómetros.

Según este estudio del RACC los diez tramos más peligrosos de la red vial catalana son vías convencionales de calzada única y los tres que tienen riesgo muy "alto" son en la demarcación de Barcelona. En el caso de la carretera de la Arrabassada la media de accidentalidad se dispara por los siniestros con motos; en más del 90% de los accidentes en esta carretera de Barcelona hay motocicletas, como mínimo una, involucrada. Cada día pasan, por término medio, 6.700 vehículos por esta carretera.

La carretera C-42, entre Aldea y Tortosa, en las Terres de l'Ebre, es, según los datos de accidentalidad recogidos por el RACC, la más segura del país, a pesar del gran número de vehículos que la transitan, 17.700 vehículos cada día. Entre 2020 y 2022 no se ha registrado ningún accidente grave o mortal.

Cada vez más accidentes de motos y bicicletas

La carretera B-10, entre el Nus de la Trinitat y el enlace en la B-20 es el tramo donde hay más accidentes con motos y ciclomotores por kilómetro. En cambio, la carretera donde hay más accidentes en bicicleta es en la N-340 entre el enlace de la B-24, en Cervelló, y el enlace en la B-23. Las motos están involucradas en el 44% de los accidentes de tráfico con víctimas mortales y heridos graves, aunque solo representan el 2,3% de la movilidad del país. En los accidentes en bicicletas también han crecido los últimos años, un 75% en los últimos diez años.

El estudio EuroRAP del RACC también destaca que los accidentes mortales y graves han disminuido, entre 2022 y 2022, un 7%, si bien la movilidad global en Catalunya ha aumentado un 0,4%, hecho que hace que el riesgo global de conducir por Catalunya haya bajado un 7,4% en la red vial de Catalunya. Con todo, sin embargo, en un 24% de las carreteras del país el riesgo es "alto" o "muy alto". Las carreteras de un solo carril son las que concentran todos los tramos de riesgos "alto" y "muy alto".