Agentes de los Mossos d'Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIG) y de la comisaría de Horta Guinardó, conjuntamente con agentes de la Policía Nacional, han detenido trece personas por haber estafado más de 700.000 euros mediante la clonación y la utilización fraudulenta de tarjetas de crédito.

El operativo conjunto ha permitido detener a once personas de edades comprendidas entre los 17 y 43 años, de nacionalidades española, marroquí, venezolana, búlgara y dominicana, como presuntos autores de un delito de estafa continuada y de pertenencia a organización criminal.

Los hechos se remontan al 1 de noviembre 2017 cuando los Mossos recibieron la denuncia de un hombre al cual le habían hecho varios recargos de importes inferiores a los 20 euros, correspondientes a compras realizadas con su tarjeta de crédito desde un comercio de Granollers.

La utilización de la tecnología móvil

Los agentes iniciaron una investigación que permitió localizar el comercio desde el cual se habían cargado los gastos de las supuestas compras. Los policías comprobaron que se trataba de un falso comercio, creado por un joven de 18 años y nacionalidad española, sólo con los propósitos de cometer este tipo de hechos delictivos.

El chico había conseguido -de manera fraudulenta y gracias a uno tercero- los datos personales de la banca electrónica de la víctima y de esta manera había conseguido vincular la tarjeta de crédito del estafado a su teléfono móvil mediante la tecnología NFC.

Ante estos hechos el día 20 de diciembre se detuvo en Granollers el joven que estaba realizando las estafas. El mismo día se realizó la entrada y perquisición en el domicilio del detenido, donde los agentes localizaron datos bancarios de otras 40 personas, todas clientes de una misma entidad bancaria.


Los agentes comprobaron que el detenido no actuaba sol sino que conjuntamente con otros compañeros de instituto se habían especializado al realizar estafas bancarias por este método. La finalidad última era poder sufragarse gastos que de otra manera no podrían satisfacer, ya fuera por edad o por situación económica. No se trata de productos de primera necesidad sino de productos electrónicos o informáticos, entre otros. Entre las víctimas del grupo había personas de dentro y fuera de Catalunya y algunas de estas denuncias ya estaban siendo investigadas por la Brigada Local de la Policía Judicial de la Policía Nacional. Por este motivo se estableció un equipo de investigación conjunto entre los dos cuerpos policiales a mediados de febrero.

Fruto de la investigación los policías determinaron que el grupo obtenía a través de uno tercero los datos de banca electrónica de diferentes clientes de todo el Estado de una misma entidad bancaria. Los jóvenes contactaban con esta persona a través de Internet y las redes sociales. A cambio del pago de una cuota fija de dinero les facilitaba los datos de los clientes del banco.

A partir de estos datos los jóvenes disponían de la clave y contraseña de Banca Electrónica de las víctimas. Así conseguían vincular las tarjetas de los clientes a sus terminales de telefonía móvil que utilizaban para hacer reintegros de dinero en cajeros o pagos de todo tipo de compras mediante el sistema "contactless" de los cajeros o de los comercios.

El grupo se distribuía en al menos tres células, coordinadas por uno de los detenidos. La primera, estaba integrada por jóvenes menores de edad y uno mayor, que poseían conocimientos adelantados de informática, y fue la encargada de la captación del resto de los integrantes de la banda.

La segunda, estaba integrada por jóvenes de origen dominicano que principalmente hacían un uso fraudulento de las tarjetas en pequeños comercios y en grandes centros comerciales de Barcelona ciudad, y los cuales contaban con la connivencia de una empleada de un comercio, una mujer de origen búlgaro, para cometer las estafas. La tercera y última célula, hacía uso de las tarjetas clonadas en comercios en diferentes poblaciones.

No se descartan más detenciones

Ante estos hechos el 18 de junio se estableció un operativo policial conjunto que permitió detener onzes miembros de la banda, tres de ellos menores de edad. El mismo día se realizaron las entradas y cacheos en los pisos que los arrestados tenían en l'Hospitalet de Llobregat, Cunit, Cardedeu, y Mataró. Los policías intervinieron gran cantidad de documentación relacionada con las compras fraudulentas que había realizado el grupo.

Mediante este sistema el grupo podría haber "clonado" más de 170 tarjetas de crédito de diferentes personas de todo el Estado y haber conseguido estafar más de 600.000 euros, pero no se descarta que sean muchos más los afectados y la suma total del dinero conseguido.

El mismo día de las detenciones tres de los detenidos menores de edad pasaron a disposición de Fiscalia de Menors. El día 20 de junio pasaron a disposición judicial tres de los detenidos mayores de edad y el juez los dejó en libertad con cargos. El resto de detenidos quedaron en libertad, pendientes de declarar en calidad de investigados. La operación continúa abierta y no se descartan más detenciones.