El Ajuntament de Barcelona trabaja en tres niveles para desplegar en el cumplimiento de la ley de la transparencia: El código ético, un reglamento que regula los grupos de interés y el buzón ético. En junio llevará al pleno el ‘Código ético y de conducta del Ajuntament de Barcelona’. Es la hoja de ruta de la transparencia del Ajuntament. Fija los principios, los valores éticos y las normas de conducta que, en el ejercicio de las funciones y competencias que tengan atribuidas, tienen que cumplir los cargos electos, los titulares de los órganos superiores, los directivos y el personal eventual que ocupa cargos de confianza y asesoría en el Ajuntament y en las entidades vinculadas que forman parte del sector público municipal.

El código afectará a 400 personas y hace especial incidencia en garantizar una actuación objetiva, imparcial y ejemplar. También se regulan pautas de conducta adicionales que contribuyen a evitar los conflictos de intereses en materia de contratación pública y en la actividad de fomento.

Más allá de los valores éticos, en este reglamento interno también se tipifican normas de conducta. Entre otras, no hacer uso del cargo para obtener ventajas personales o favorecer o perjudicar a otras personas, físicas o jurídicas, que puedan relacionarse con la Administración; mantener la confidencialidad sin perjuicio a la normativa de la transparencia; desarrollar las competencias y responsabilidades con diligencia, dedicación absoluta y con pleno con respeto a lo que establece la legislación sobre incompatibilidades y gestionar los recursos públicos de manera eficiente y siempre en defensa del interés público. Además, los cargos electos o personal directivo tendrán que abstenerse de intervenir y votar en cualquier asunto en el que tengan un interés directo o indirecto o en el que pueda existir conflicto de intereses.

El código ético regulará también los regalos, para evitar tentaciones. La alcaldesa Ada Colau y sus concejales no podrán aceptar regalos que superen los usos habituales, sociales o de cortesía ni, tampoco, favores o servicios en condiciones más favorables que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones. Detalla que los regalos no podrán ser de un importe superior a 50 euros.

El código y el gestor éticos

El ‘Código ético y de conducta del Ajuntament de Barcelona’ prevé que un Gestor ético se encargue de velar por el cumplimiento, la gestión, el impulso, el seguimiento y la evaluación del reglamento. De esta manera, será quien difundirá el reglamento y trabajará para que se cumpla; resolverá las dudas que puedan plantearse y se ocupará de interpretarlo y aplicarlo; impulsará actividades formativas; formulará recomendaciones y propondrá mejoras en la gestión ética y en la aplicación del buen gobierno y de la buena administración; realizará revisiones periódicas y propondrá cambios y adecuaciones para que siempre esté actualizado y elaborará una memoria anual que se presentará al Consejo Municipal.

El Ajuntament trabaja para que el código cuente con una norma reguladora de carácter general, en cumplimiento del mandato que determina el artículo 55.3 de la Ley 19/2014, del 29 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno. Eso significa que si se incumple se pondrán multas. El objetivo es que los trabajadores del Ajuntament se regirán por los principios de honestidad, objetividad, eficacia y eficiencia en la gestión de los recursos públicos.

La otra nueva herramienta para el buen cumplimiento del código será el Comité de Ética, que designará la alcaldía y que se encargará de asesorar al Gestor ético y al resto de órganos de gobierno y de la administración para interpretar y aplicar la norma reguladora en lo referente a ética y conducta. Este comité será de composición paritaria, integrado por un máximo de 5 personas nombradas de entre profesionales de reconocido prestigio en el ámbito de la defensa de la ética, la integridad y la transparencia pública. Contarán con un mandato por 4 años prorrogables un nuevo mandato y sus miembros no disfrutarán de ninguna remuneración.

El buzón ético 

Finalmente se creará un buzón ético, que entrará en funcionamiento de aquí a un mes después de todo el proceso regulador de protección de datos. El buzón también es excepcional y permitirá hacer denuncias anónimas. Es un mecanismo de control de malas prácticas internas. Estará al alcance de todos los funcionarios y trabajadores municipales y garantizará el anonimato para poder asegurar que no habrá represalias contra los informadores. "Hay muchos casos de gente que ha quedado expuesta a una manada de elefantes. Gente que se ha negado a aceptar cosas y las ha denunciado", dice Joan Llinares. Las denuncias anónimas serán la excepción, no la norma. Pero está pensado para los que tienen miedo contra las represalias.