El último domingo de puertas abiertas antes de Navidad, el top manta ha buscado la alternativa perfecta para hacer negocio y esquivar a la policía, que, cuando coinciden comercios abiertos, festivos y campaña de Navidad, multiplica efectivos para preservar la seguridad. Decenas de vendedores ambulantes se han instalado bajo tierra, en el intercambiador de Plaça Catalunya: céntricos y fuera de la vista de la policía, y con muchos clientes potenciales que pasan por la estación para ir a buscar el metro o el tren.

Fuera, en plaza Catalunya, 5 furgonetas policiales vigilaban la seguridad ciudadana, ajenas al fenómeno del subsuelo. La Guardia Urbana, alertada por algunos de los usuarios del metro, han llamado a los Mossos d'Esquadra para activar un operativo con más medios.

Algunos usuarios sorprendidos han alertado a la Guardia Urbana, otros, indignados, han hecho fotos de la escena, mientras los manteros los han increpado pidiendo que no los fotografiaran.

Algunos usuarios de Twitter han hecho broma con la situación creada, y hablavan del "rastro de Ada Colau".