El Ayuntamiento de Barcelona ha intensificado la presión contra el top manta durante el último año, pero no lo consiguen. De hecho, los manteros han cambiado de lugar y de Pla de Palau se han movido a la Barceloneta, y han colapsado el Passeig Joan de Borbó.

El gobierno municipal insiste en que la solución no puede pasar sólo por una estrategia policial y ha diseñado un plan estratégico que incluye dar trabajo a los manteros. Hay previstos 40 planes de empleo para los que estén empadronados en Barcelona antes de julio del 2015, para los manteros de toda la vida. 

Actualmente hay entre 500 y 800 manteros en Barcelona. El Ayuntamiento atribuye el incremento a la subida de la presión turística que no sólo Barcelona está teniendo este verano, sino también varios municipios costeros de Catalunya. 

Pero el problema en la capital catalana ni es nuevo ni tiene perspectivas de desaparecer "en dos días", dice el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que admite que "no hay una receta mágica para acabar con el fenómeno". "Todo el trabajo que se ha hecho hasta ahora –dice Pisarello– nos ha servido, y nos ha servido mucho para poder presentar las diferentes acciones para intensificar la actuación del Ayuntamiento de cara el verano". El Gobierno presenta un abordaje integral con más presencia policial, una campaña de comunicación para disuadir compradores y los planes de empleo. 

Pisarello sabe que "no hay una varita mágica que lo pueda resolver de la noche a la mañana", pero tiene un mensaje contundente y nada permisivo: "La venta ambulante no autorizada no está permitida en el espacio público. Muy especialmente cuando se produce un uso intensivo, un uso abusivo que impide que se puedan llevar a cabo otras actividades y que afectan de manera muy especial al pequeño comercio y el comercio de proximidad". 

Las últimas semanas el gobierno se ha reunido con colectivos comerciales y vecinales. Y según Pisarello, "la visión de la complejidad del fenómeno es vista por todos los sectores". 

De entre las reuniones previstas está la que hará la semana que viene la alcaldesa Ada Colau con el Síndic de Greuges y diferentes representantes de municipios de la costa catalana que conviven con este fenómeno. En este sentido Pisarello ve fundamental la coordinación entre administraciones "para no poner el foco sobre los más débiles, sino que se actúe sobre los más fuertes", y concreta que "no se trata de perseguir personas, sino una práctica. No es un problema sólo de los manteros".

Presión policial

"No se descarta desalojar Joan de Borbó", dice el comisionado de seguridad Amadeu Recasens. Pero el fenómeno del top manta no se puede combatir sólo con la policía. Lo han destacado tanto Recasens como el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. Admiten que buena parte del trabajo pasa por evitar que ocupen el espacio público, en multar a los compradores y en acabar con los mayoristas que importan el género. Por todo eso hace falta la policía y no están todos los efectivos que desearían. 

Para abordar el conflicto a nivel policial se creó una mesa de seguridad con todos los cuerpos policiales. Se han hecho dos sesiones y se han determinado formas conjuntas de intervención. Entre las prioridades hay atacar las redes organizadas que son las que importan la mayor parte de los productos que venden los manteros.

También se ha hablado con la Fiscalía, la Judicatura, lo Agencia Tributaria catalana y el estatal porque la investigación es larga, hacen falta pruebas y es prioritario intervenir en almacenes. La idea es ir al origen. 

Recasens admite que habrá intervenciones policiales, o bien ocupante el espacio que ocupan los manteros antes de que monten el puesto, o bien desalojando. "Esta es una forma de luchar contar el problema que obedece al principio de proporcionalidad", dice Recasens, a pesar de admitir que no es la solución y lo saben desde hace muchos años.

Durante el 2015 la Guardia Urbana puso 61.982 multas y en los primeros meses de este 2016, 16.678. Eso es un 23% más que otros años en el mismo periodo. Este año se han detenido 105 manteros y se han requisado 169.000 productos.

La policía también ha puesto 235 multas, en el 2015, a compradores. La multa puede llegar a los 500 euros. Las más habituales, sin embargo, son de 175 euros. 

Plan de ocupación

La solución social pasa por los planes de empleo, pero sólo hay 40. Los planes de empleo darán trabajo a los manteros que estén empadronados en Barcelona desde antes de julio del 2015. Se ofrecerán contratos para actividades de dinamización y apoyo en espacios comunitarios, para rehabilitar pistas deportivas de centros escolares, y mantenimiento y limpieza de equipamientos públicos. La duración de los planes será de 12 meses.