La madrugada de viernes a sábado, hacia las tres menos cuarto, un hombre abrió fuego contra un bar de Empuriabrava, a Castelló d'Empúries (Alt Empordà), porque no lo dejaron entrar en el local. Los Mossos D'Esquadra recibieron el aviso que un hombre, que iba bajo los efectos del alcohol, había intentado entrar al establecimiento pero le impidieron el acceso porque a aquella hora ya estaban cerrando. El sospechoso se marchó pero poco rato después volvió al local, situado en el sector Puerto Salins. Esta vez, sin embargo, iba armado. Desde la calle, el hombre disparó hasta cinco veces, en una de ellas llegando a herir levemente a un cliente del bar en una mano. Después de disparar, el hombre huyó.

El Área de Investigación Criminal (AIC) de los Mossos D'Esquadra abrió una investigación que dio frutos pocas horas después, el mismo sábado. Hacia las doce y media del mediodía detuvieron en Empuriabrava mismo a un hombre de origen francés, sospechoso de ser el tirador. Los agentes le atribuyen delitos de tenencia ilícita de armas (porque no tenía licencia) y lesiones. Los mossos también recuperaron el arma con la que supuestamente disparó, que había escondido en casa de un amigo suyo y quien la la entregó voluntariamente a los agentes.

No es el primer tiroteo en las puertas de un bar que hay en las comarcas gerundenses durante las últimas semanas. Los Mossos detuvieron al principio de enero en Olot a un hombre que disparó varios tiros. En esta ocasión, el detenido entró armado en un bar situado en el Puig del Roser de la población. Una vez en el exterior disparó dos tiros, una acción que repitió al menos una vez más mientras volvía hacia su casa, en el barrio de Sant Miquel. No hubo heridos. Un tercer tiroteo tuvo lugar el 22 de diciembre, también en Olot, cuando una pelea que empezó en el bar El Punt acabó con un tiro de escopeta disparado en el techo del local. Los implicados en la reyerta eran tres hombres.